En este momento que nos acercamos a
interpretar la realidad, a revisar y analizar esta coyuntura precisa vamos a
necesitar repensar semejante hecho puntual como fue la muerte de Nestor
Kirchner, máximo representante del proyecto kirchnerista y operador político
del mismo. Debemos hacer el ejercicio tras ver lo que paso hasta aquí cómo y de
que manera se podría llegar a abrir otro proceso político y/o económico en el
lapso de algunos años y que características tendrá según la tendencia que
vayamos avizorando.
Antes de la muerte de NK veníamos
pensando que este gobierno tenía una proyección en el poder
de cómo mínimo 8 años aproximadamente (“hasta el 2020” según las propias
palabras de Kirchner). Posiblemente una reelección de Cristina alargue 4 años
más de continuidad a este proceso histórico o bién podría producirse un cambio
de etapa (situación) en este proceso ya sea por medidas de gobierno o por una
renuncia a la reelección. De todas maneras pudimos ver en estos días un apoyo
político explicito “al gobierno y al proceso” de parte de Moyano y Scioli,
quienes podrían haber sido principales competidores para un proyecto politico
de ruptura con el kirchnerismo sin kirchner. Esto último nos evita sacar
hipótesis apresuradas de lo que puede pasar en el corto plazo dándonos un
changüí temporal para reforzar los análisis a partir de aquí.
Caracterización
del poder político hegemónico: proyecto kirchnerista y legado de gobierno
Es necesario aquí, sin que hagamos un compendio
de 10 hojas, revisar las alianzas políticas del poder hasta hoy gobernante y
las formas que fue adquiriendo. Enmarcando esto como ya dijimos, en un proceso
histórico denominado Kirchnerismo, y a pesar de poseer algunos rasgos similares
en lo político y en lo económico, lo iniciado en 2003 no podemos decir que es
meramente una continuidad a los procesos anteriores.
Se puede afirmar hoy que NK junto a sus
asesores políticos logró remodelar la imagen (es decir la coraza) de la
política y la institucionalidad del poder en la Argentina, abatida luego del
proceso de Deslegitimación de la Política previo. Proceso que abarcó desde el
final del Menemato (1998) pasando por el fracaso de la Alianza y el Argentinazo
(1999-2001) hasta el asesinato de Kosteki y Santillan y el adelantamiento
electoral durante el interinato de Duhalde (2001-2003). En este sentido hay que
atreverse a cuestionar si es que luego del 2001 cambió estructuralmente algo
como para dar nacimiento a una nueva etapa o fue simplemente un gran
acontecimiento que se disipó rápidamente al cabo de unos meses tras la
desorganización popular.
Con respecto a lo anterior, si bien Nestor
Kirchner pertenecía al aparato del PJ, la política de Santa Cruz respondía más
a un pequeño feudo despoblado que a la agitada dinámica de la política nacional
de los últimos años. Este nuevo proceso histórico que inauguró NK al asumir la
presidencia requirió principalmente de un pacto con el duhaldismo y una
herencia obligada de construcción de poder político para sobrevivir. A Duhalde
en su momento no le quedó otra que intentar “crear” un delfín político (es
decir un sucesor que respondiera a él) para mantener a Menem lejos del poder e
inclusive derrotarlo definitivamente en las urnas.
Sin embargo en política nadie quiere ser
delfín de nadie, y es aquí que NK aprovecho esta herencia para perfeccionarla a
tal punto de generar una especie de golpe de timón. En este sentido el proceso
político de los últimos 7 años podemos comprenderlo sintéticamente como un
perfeccionamiento de la política de alianzas duhaldista (ARREGLO CON EL
CONURBANO + ARREGLO CON PROVINCIAS LEALES + RELACIÓN ESTRECHA CON LA CGT)
sumado a la remodelación de la imagen de la institucionalidad estatal (MEDIDAS
PROGRESISTAS + RETÓRICA DE JUSTICIA SOCIAL). Aquí tendremos que examinar con
detenimiento estos factores de relevancia.
Formas
Pejotistas del kirchnerismo
Para constituir y mantener un aparato
político propio NK debió acudir a conjugar rápidamente: clientelismo (política
del puntero), obras públicas mediante concesiones y negociados –algunos
fraudulentos- (caso Skanska para la construcción de gasoductos), corrupción e
impunidad (caso de las valijas de Antonini Wilson para la campaña de CFK),
sobornos a legisladores para la aprobación de leyes (Roxana Latorre, Carlos
Menem, intento de aprobación del presupuesto2011), prevendas y cargos políticos
para intendentes, jefes provinciales, sindicalistas y “militantes sociales”, y
finalmente disciplinamiento de la estructura política del proyecto (separación
de cargos públicos a Redrado del Banco Central, Delia, Persico y los Libres del
Sur del ámbito de Desarrollo Social, Alberto Fernandez y Graciela Ocaña de la
primera plana del poder político).
Relaciones con
los diferentes actores, alianzas y enfrentamientos del poder político
kirchnerista
Con los “Barones” del Conurbano
En 1992 Duhalde (ex intendente de Lomas de
Zamora y vicepresidente en ese tiempo) al momento de ser candidato a Gobernador
le exigió a Menem (su presidente) recursos -antes destinados a las provincias-
en favor del conurbano. A partir de ahí Duhalde tuvo 600 millones de pesos
anuales (actualmente es de 4.500) para repartir en el Gran Buenos Aires
destinado a obras públicas, planes asistenciales y creación de estructura
clientelar (en Duahlde representó una red de 35.000 manzaneras) con el fin de
ser catapultado a la presidencia.
Una característica de los “Barones” es que
gobiernan municipios con gran concentración de pobreza. Estos municipios
representan el 40% de los votos en el padrón electoral. Estos jefes políticos
controlan extensos aparatos clientelares por medio de concejales y punteros y
se encuentran en relación estrecha con el gobierno Nacional y Provincial
(Scioli) a través de convenios de obras publicas y otorgamiento de planes
asistenciales para mantener quieta a la pobreza.
Sin embargo no todos tienen el mismo nivel
de adhesión al gobierno nacional y debemos desglosarlos en diferentes grupos:
Algunos barones K peronistas: Alberto
Descalzo (Ituzaingo), Raúl Othacehé (Merlo), Mario Ishii (Jose C. Paz), Julio
Pereyra (Florencio Varela), Dario Giustozzi (Alte. Brown), Hugo Curto (Tres de
Febrero), Alejandro Granados (Ezeiza), Marcelo Coronel (Gral. Rodríguez),
Baldomero “Cacho” Alvarez (jefe político de Avellaneda).
Algunos barones K no peronistas: Enrique
García (UCRK int Vicente López), Ricardo Ivoskus (ex ARI int San Martin).
Algunos barones “adherentes
independientes” al gobierno K de la derecha peronista: Sergio Massa (Tigre),
Pablo Bruera (La Plata), Luis Acuña (Hurlingham), Jesús Cariglino (Malvinas
Argentinas), Aldo Rico (jefe politico de San Miguel), entre otros.
Adherentes de centro-izquierda peronista
que gobiernan o ejercen influencia en algunos distritos: “Barba” Gutierrez
(Quilmes), el espacio Nuevo Encuentro Popular de Martin Sabatella (Morón) y
Carlos Heller (PC de Capital Federal).
Con las Conducciones Sindicales
A priori podemos recordar que la CGT es
una central sindical nacida de la ex USA (Unión Sindical) heredera de la FORA
del 9º Congreso (Anarquistas, Socialistas, Comunistas y Sindicalistas Puros).
Desde la década infame (los años 30´) esta central sindical pasa a ser
representada por dirigentes burocráticos. Desde los inicios del Peronismo la
burocracia refuerza su posición aliándose al gobierno como la “columna
vertebral” de un movimiento estatalista. Para la década del 60 ya existían en
la CGT los llamados “gordos”: dirigentes burocráticos y mafiosos con gran
capacidad de movilización y en algunos casos con proyectos políticos propios
(la “Patria Metalurgica” de la UOM de Lorenzo Miguel). Durante el menemato
todos los gordos de la CGT se encolumaron con el gobierno y las privatizaciones
desempleadoras. Los únicos que plantearon un resistencia desde el movimiento
obrero fueron el MTA de Hugo Moyano y un grupo de Sindicatos anclados en la
tradición de la CGT de los Argentinos y el programa de Huerta Grande
(Sindicalismo Clasista y Autónomo de los 70) que formaron en 1991 otra central
sindical con ese perfil: la CTA. En el 2003
Moyano se convierte en Secretario General de la CGT –hoy en día con 2
millones y medio de afiliados- y se acerca a NK cuando este último gana las
elecciones.
Haciendo un paréntesis en el análisis
propuesto podemos afirmar que no todos los aliados al proyecto K quieren
compartir la conducción en el proyecto K. Para esto cabe recordar el inicio del
enfrentamiento del moyanismo con los “barones” del conurbano. En las últimas
décadas los recolectores de residuos (adheridos a Camioneros) con Moyano a la
cabeza, obtuvieron grandes aumentos salariales en disputa con los municipios
del conurbano. El pago por el servicio de recolección de residuos representa en
algunos casos la mitad del presupuesto de cada municipio.
Mas tarde la disputa se presenta en el
plano político cuando Moyano presiona para suplantar en la presidencia del PJ
bonaerense al convaleciente Balestrini (antes garantía de poder y uno de los
mas grandes jefes políticos del conurbano).
En el caso de CTA –central sindical de 1
millon y medio de afiliados- la historia es más simple. Esta central sindical
esta compuesta por sectores del sindicalismo peronista progresista (Hugo
Yasky), de la militancia cristiana de base (De Gennaro, Micheli), y sectores
gremiales de la izquierda tradicional (PC, PCR, PO, MAS, MST, PTS, etc). Si bien
la CTA fue fundada bajo los principios de independencia de los partidos
políticos y gobiernos –aprendiendo de la historia y levantando viejas banderas
del sindicalismo clasista-, la disputa del sector peronista encabezado por
Yasky y la CETERA (confederación de maestros) visibilizó una alianza con
sectores denominados “progresistas” de la CGT (Moyano y Piumato) y con el
gobierno nacional, con el fin de obtener reconocimiento legal para la central.
A pesar de enturbiar los resultados en las últimas elecciones no recibió premio
del gobierno y nunca sucedió tal cosa. Es mas, aun hoy no se llegó a un acuerdo
sobre quien ganó las elecciones y el sector ligado al kirchnerismo rompió
códigos al pedirle al Estado (Min. de Trabajo) que fiscalice el proceso estancado.
Para ir sistematizando el actual mapa del
Poder sindical en Argentina estaría representado de la siguiente manera en 5
grupos:
Burocracia
de la CGT aliados al gobierno K –conducción de la CGT-: Clan Moyano
(Camioneros, Residuos, Repartidores de Diarios –se esboza ambición y proyecto
político nacional similar al de Lorenzo Miguel en los 70-), Omar Viviani
(Peones de Taxi), Facundo Moyano (Peajes), Omar Suarez (Maritimos), Juan
Carlos Schmid (Navales), Julio Piumato (Judiciales)
–este último con posturas mas progresistas-.
También
conviene ubicar acá al sector de la vieja conducción de CTA
encabezada por Hugo Yasky (maestros).
Burocracia
de la CGT cercanos al gob. K: Antonio Caló (UOM) José
Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Andrés Rodríguez
(UPCN), etc.
Burocracia
de la CGT distanciados del gobierno K: Armando Cavalieri (Empleados de
Comercio), Oscar Lescano (Luz y
Fuerza Cap. Federal), Carlos
West Ocampo y Rodolfo Daer (Sanidad), Gerardo Martínez (UOCRA), José Pedraza (Unión Ferroviaria),
etc.
Burocracia
sindical opositora al gobierno K: CGT Azul y Blanca -encabezada por Luis
Barrionuevo (Gastronómicos) y otros gremios como el de los Plásticos,
Estaciones de Servicio, Seguridad, Químicos y Papeles-, las históricas y hoy
obsoletas “62 Organización Peronistas” encabezada por Gerónimo Vanegas (peones
rurales).
Conducciones sindicales progresistas
opositoras al gobierno K: actual conducción de CTA encabezada por Pablo Micheli
(ATE).
Con los
Gobernadores y feudos
“La disputa por la apropiación de las
rentas fiscales, particularmente las generadas por la aduana de Buenos Aires,
es una de las claves para entender los enfrentamientos entre federales y
unitarios previos a la Organización Nacional de la segunda mitad del siglo
XIX.” (“La coparticipación federal de impuestos”; Alieto Aldo Guadagni;
Econometrita S.A. http://www.econometrica.com.ar).
Basándonos en el carácter histórico y la
vigencia de esta cita podemos trazar brevemente un paralelo con el trascurrir
del siglo XX para entender hoy la ley de coparticipación federal y la relación
de la administración K con los gobernadores.
La llamada Ley de Coparticipación Federal
de los Impuestos Nacionales -entre la Nación y las Provincias- determina que a
través de los impuestos nacionales recaudados, constitucionalmente –articulo
75- el Estado Nacional debe distribuir equitativamente esos ingresos para
garantizar la igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional.
Obviamente a lo largo de la historia los diferentes gobiernos nacionales
centralizados en Buenos Aires han ido modificando según la conveniencia la
interpretación de este mandato. Durante el 3er gobierno Peronista (73-76) la
coparticipación de los ingresos con las provincias llegó a un 52,4 %. Durante
la Dictadura se reduce al 32 %. A finales del gobierno de Alfonsin (1989) la
coparticipación volvía a ascender a un 57,66% -máximo valor histórico-, siendo
el resto retenido por el Estado Nacional.
A lo largo del proceso histórico neoliberal menemista, la crisis del 2001 y el proceso kirchnerista, la remesa distribuida entre las provincias se redujo a un 27% de la recaudación nacional. Las últimas décadas de nuestra historia están marcadas por un manejo absolutamente discrecional por parte del Estado Nacional de los recursos que hipotéticamente deberían llegar a cada provincia según la Constitución Nacional. El Kirchnerismo marca una mera continuidad en este sentido y, siendo consecuente con el perfeccionamiento de la política duhaldista, hizo y deshizo con el Tesoro Nacional según la afinidad o la disidencia con el proyecto. Esto determinó el acomodamiento de los actores provinciales en distintos grupos:
A lo largo del proceso histórico neoliberal menemista, la crisis del 2001 y el proceso kirchnerista, la remesa distribuida entre las provincias se redujo a un 27% de la recaudación nacional. Las últimas décadas de nuestra historia están marcadas por un manejo absolutamente discrecional por parte del Estado Nacional de los recursos que hipotéticamente deberían llegar a cada provincia según la Constitución Nacional. El Kirchnerismo marca una mera continuidad en este sentido y, siendo consecuente con el perfeccionamiento de la política duhaldista, hizo y deshizo con el Tesoro Nacional según la afinidad o la disidencia con el proyecto. Esto determinó el acomodamiento de los actores provinciales en distintos grupos:
El
primer grupo se caracteriza por recibir un trato privilegiado en cuanto a obras
públicas y subsidios vía Ministerio de Desarrollo Social, Trabajo, Salud y
Planificación a cambio de una lealtad ciega al proyecto K. Estos gobernadores
son Daniel Scioli (PJ Buenos Aires), Sergio Urribarri (PJ Entre Ríos –opositor
a Busti-), Luis Beder Herrera (PJ La Rioja –opositor a Menem-), José Luis Gioja
(PJ San Juan –administración feudal-), Jorge Capitanich (PJ Chaco), Juan Manuel
Urtubey (PJ Salta –opositor a Romero-), Gildo Insfrán (PJ Formosa
–administración feudal-), Maurice Closs (PJ Misiones –opositor a Puerta-),
Celso Jaque (PJ Mendoza), Walter Barrionuevo (PJ Jujuy), Jorge Alperovich (PJ
Tucumán) y Daniel Peralta (PJ Santa Cruz –administración feudal de los K-). Acá
es importante destacar que en cada provincia donde mencionamos “opositor a…”
significa una interna abierta con figuras feudales del Peronismo “Federal”.
También es de interés aclarar que cuando señalamos a una administración como
“feudal” nos referimos en este sentido al histórico andamiaje de gobierno de
las provincias, con caudillos –conservadores o progresistas- instalados en el
poder por décadas, algo inherente al peronismo, característico en este país y
en América Latina.
En otro
grupo similar de gobernadores se encuentran Miguel Saiz (Radical K de Río
Negro), Gerardo Zamora (Radical K de Santiago del Estero) y Jorge Sapag (MPN de
Neuquén –clan feudal opositor a Sobisch-) quienes, a pesar de pertenecer a otro
signo político, vinieron manteniendo una estrecha relación político-económica
(recepción de fondos a cambio de apoyo político) con el gobierno K.
En menor
medida el Estado nacional vino cediendo fondos a gobernadores no muy afines al
denominado proyecto “nacional y popular”, pero no necesariamente enfrentados
con este. Algunos de ellos son Juan Schiaretti (PJ autónomo de Córdoba) y Oscar
Jorge (PJ La Pampa).
En
relación formal, es decir ni cerca ni lejos del gobierno K se encuentran Hermes
Binner (PS Santa Fe), Fabiana Ríos (Partido Social Patagónico de Tierra del
Fuego, ruptura del ARI), Eduardo Brizuela del Moral (ex Radical K Catamarca) y
Ricardo Colombi (UCR Corrientes). Estas provincias han tenido numerosos
problemas para llevar fondos nacionales por no cerrar filas con el proyecto
K-algo pudimos experimentar con el “Argentina Trabaja”-.
Totalmente
enfrentados al gobierno se encuentran Mauricio Macri (PRO Capital Federal), Alberto
Rodríguez Saá (PJ Federal de San Luis –administración feudal-) y Mario Das
Neves (PJ Chubut).
Consecuencias
de un puñado de leyes progresistas y una retórica de argentinidad
Desde que asumió NK hubo una tendencia a
acercar a sectores de izquierda y de clase media para dividir el llamado campo
popular y progresista. Una de las primeras muestras tuvo que ver con el
reinicio de los Juicios a los Genocidas de la Dictadura. Antes de esto solo se
hacían “juicios orales por la verdad histórica” como expresión simbólica de las
agrupaciones de DDHH o juicios por apropiación de bebes. Las causas por lesa
humanidad se encontraban cerradas tras los indultos menemistas. Esa fue la
época del “si no hay justicia hay escrache”. Lo que siguió a la reapertura K de
los juicios fue la anulación de las leyes alfonsinistas de Obediencia Debida y
Punto Final. Es decir que se pudo empezar a juzgar a cualquier genocida de
cualquier rango y reabrir causas a la cúpula del Terrorismo de Estado. Esta
medida sumó las voluntades de las organizaciones de DDHH que estaban vegetando
en la escena política argentina hasta ese momento (HIJOS, Madres de todo tipo,
Abuelas, CELS).
Otra medida de gran resonancia fue el
lanzamiento de una asignación a la niñez lanzada en el marco de la Asignación
Universal por Hijo. Si bien la medida es innovadora en cuanto a derechos y
recursos a la población infantil es incomprensible como un niño puede vivir con
130 pesos mensuales.
La famosa ley de Comunicación Audiovisual
o “ley de medios proporcionó algunas herramientas para la autonomía
comunicacional de los pequeños medios de comunicación, ONG´s e inclusive medios
alternativos y organizaciones sociales. De esta manera accedieron a la
posibilidad de armar o modernizar los medios por los cuales transmitían
información. Su total implementación pudo haber permitido al gobierno K
quitarle el monopolio a grupos concentrados de medios ligados a las
transnacionales, pooles de siembra (es decir inversores del capital financiero)
o a los grandes terratenientes del país. En la vereda de enfrente al gobierno
tras estas iniciativas se encontraron el Grupo Clarín (TN, Radio Mitre,
Cablevisión, TyC), grupo La Nación (diario La Nación , revista Rolling Stone),
el grupo Telefónica (Telefónica, Telefe) grupo UNO y America medios –de Vila,
Manzano y De Narváez- (America TV, diario UNO, diario La Capital), Cadena 3 de
Córdoba, y podemos seguir nombrando algunos monopolios mas. Esta cruzada K por
los medios tuvo no solo las adherencias lógicas de Radio Nacional, Canal 7,
artistas y personajes de la cultura junto a medios alternativos sino que además
otros monopolios eligieron hacer negocios con NK y sacar provecho de las
desmonopolización. Algunos de ellos fueron el fascista Daniel Hadad (C5N,
Infobae, Radio 10), Canal 9 y Encuentro.
La batalla por la “ley de medios” se
encuentra varada en tribunales tras la muerte de Nestor Kirchner (antes de
morir decidió no presionar a la Corte Suprema por este tema) quedando la
implementación completa de la ley trunca. En definitiva aun no esta vigente.
Otras medidas progresistas del gobierno
que acaparó adhesiones fueron la ley de matrimonio igualitario y la
estatización de los fondos jubilatorios enterrados por las AFJP beneficiadas
por el menemismo, por mencionar algunas.
En medio de la
crisis “viento a favor”: contexto económico
Como consecuencia de la crisis financiera
y monetaria mundial[1]
del 2008 –originada en EEUU- estamos hoy 2010 atravesando una etapa de “guerra
de divisas” expresada hace unos días durante la cumbre del G20. Esto quiere
decir que luego de fenómenos tales como la sobrevaloración de los productos, el
alto costo de la materia prima (petróleo y metales industriales) y una crisis
mundial alimentaria sin antecedentes, repercutió en EEUU hacia el 2008 en una
crisis financiera, crediticia y monetaria generando un temblor en la economía
mundial. En EEUU la crisis -que ya había empezado a mostrar señales en 2007- se
sintió en 2008 a través del alto nivel de desempleo, la inflación y la quiebra
de un centenar de Bancos y entidades usureras. Es a partir de ahí que EEUU y
Europa (gran repercusión de la crisis española, griega, irlandesa y francesa)
empiezan a replantear sus políticas monetarias y de cambio para con el resto
del mundo. EEUU particularmente esta intentando trasladar la crisis al resto de
las economías para alivianar sus deficiencias internas. De esta manera pretende
devaluar su moneda –la más importante del mundo- para lograr más competitividad
de sus precios en el mercado. Pero esta devaluación requiere de una sobrevaluación
de las otras monedas -principalmente de sus competidores directos-. En la
última cumbre del G20 realizada a principios de noviembre Obama estuvo
intentando el acompañamiento de Europa -que no logró- para presionar a China y
Brasil para la sobrevaluación de sus monedas –tampoco lo logró-. Ambos países
tienen un ritmo de crecimiento económico importante y no pondrían en juego tal
rumbo. Sin embargo estas nuevas potencias económicas temen que EEUU comience a
violar las reglas de juego planteadas por ellos mismos en la OMC acerca de la
libertad de mercado, recurriendo al proteccionismo y al subsidio de la
industria en su propia economía –por ejemplo frenando la importación a su país
para promover la sustitución-.
La economía
local
Debemos recordar que durante el inicio del
neoliberalismo, el proceso menemista estuvo signado de privatizaciones, ajuste
fiscal en detrimento de los derechos sociales. La segunda parte de la película
(aun no terminó) trajo consigo un modelo extractivo-exportador como modo de
plantear la economía local, enmarcándolo así en la continuación del vaciamiento
del tercer mundo. Para esto hace años grandes capitales del primer mundo están
saqueando los recursos naturales cada vez más escasos. Monsanto, Louis Dreyfus
Group y Nidera son algunas de las transnacionales que se dedican a hacer
negocios rentables a costa del suelo local. La Meridian Gold, La Alumbrera y la
Barrick Gold son algunas de las empresas que, en sociedad con los gobiernos
nacional y provinciales se dedican a abrir montañas para sacar minerales y
contaminar ríos y poblaciones en Argentina. Nestle y Danone están ya
comercializando el agua dulce de nuestras cuencas acuíferas –únicas en el
mundo- y no van a dudar en llevársela a donde paguen más en caso de escasez. Además
de la explotación del suelo y la extracción salvaje de minerales, estas
multinacionales también están contaminando gravemente el hábitat y ecosistema,
y extienden el monocultivo y la consiguiente pérdida de biodiversidad. Podemos
concluir con que el plan IIRSA que pudimos empezar a investigar durante el
ELAOPA esta puesto en marcha en el continente para facilitar el trabajo a las
economías del primer mundo.
Con respecto al marco global, lo que
ocurra en EEUU con respecto a la crisis y sus políticas de proteccionismo no
repercutiría directamente en Argentina ya que, y a diferencia de los 90,
nuestra economía no depende tanto del país del norte sino mas bien de China,
India y Brasil mas que nada debido a las acuerdos por exportaciones. De este
modo es que se presenta para la economía local un panorama de “viento a favor”:
porque Brasil es una economía en crecimiento –comprará más a nuestro país-;
porque hay bajas tasas de interés internacional a la hora de solicitar créditos
externos; porque hay condiciones óptimas de intercambio; y lo más importante es
que lo que exportamos tiene precios internacionales muy elevados.
El proceso histórico K no llegó a tocar ni
siquiera un tornillos de la estructura económica y productiva de nuestro país.
Cuando tuvo los ingresos necesarios para reorientar la economía hacia otro
sector productivo –como la industria pesada- eligió seguir apostando “al
caballito de batalla”: el modelo extractivo-exportador. Nuestra economía sigue
priorizando al sector agropecuario, a la extracción de recursos naturales, las
materias primas y la industria de los alimentos. Estos sectores fueron los que
mas crecieron en estos últimos años y más competitividad tuvieron a nivel
internacional, a la vez que fueron los que menos gente emplearon, a diferencia
del sector industrial. Pero este “viento a favor”, al no haber un cambio
estructural de la economía, puede empezar en los próximos meses de este año
2011 a sentir un agotamiento. Durante el actual ingreso desmedido de dólares
fruto de las exportaciones, el gobierno K se ve obligado en su política
cambiaria a continuar emitiendo billetes. Con esta perspectiva se genera un
escenario de mayor inflación -imposible de solapar con los números oficiales
(Indec)- y de agotamiento del gasto público en medio de un año electoral[2]-.
Conclusiones y
posibilidades
Grandes contradicciones tuvo el
kirchnerismo a lo largo de 7 años y 2 períodos de gobierno. A la vez que se ha
opuesto a reprimir la protesta social y se niega a extraditar al
guerrillero chileno Apablaza Guerra
(FPMR), hay 4 presos políticos –Roberto Martino (FAR-MTR), José Villalba
(Futradeyo –organización piquetero marginal escindida del PO), Carlos Olivera
(obrero de la construcción opositor a UOCRA) y la libertaria Karina Germano
López (cercana al MIR y al FPMR chileno). También hay persecución con causas
abiertas a Esteche (Quebracho), Berta González (Futradeyo) y Eduardo Delmonte
(CCC).
Como si esto fuera poco, además del
cajonamiento de la causa por el asesinato de Darío y Maxi, el gobierno desvió
la responsabilidad que le tocaba del asesinato de Mariano Ferreyra (PO), los 2
originarios de la represión de Formosa y los 4 “extranjeros” el Indoamericano.
La pelota la han tirado a sectores vinculados a barras bravas, patotas
sindicales y policías provinciales. Si bien el gobierno nacional no efectuó la
orden de asesinato de estos 7 compañeros, en el caso de la dictadura de Insfrán
en Formosa quedó amparando a los responsables brindándoles impunidad.
En las recientes elecciones catamarqueñas
fue evidente como se sigue avalando la impunidad con el poder político feudal
al permitir que la gobernadora electa del FPV Lucía Corpacci hiciera pública la
unidad política con la familia Saadi involucrada en casos de asesinatos como el
de Maria Soledad Morales.
En el transcurso de las causas contra los
genocidas, Silvia Suppo -testigo clave en los juicios- fue asesinada con total
impunidad seguramente por torturadores que andan sueltos. También Carlos
Fuentealba, maestro neuquino y luchador, fue asesinado por el gobierno de
Sobisch también sin responsabilidades políticas. Lo mismo ocurrió en Bariloche
cuando mataron a Diego Bonefoi y a otros pibes de los barrios pobres. Aun hoy
continúan desaparecidos Marita Verón –mas decenas de mujeres-, Julio López y
Luciano Arruga.
En definitiva este proceso histórico
kirchnerista, a pesar de revertir la negativa imagen institucional del Estado,
no innovó sino mas bien perfeccionó las arcaicas estructuras políticas. No
llegó a fundar ningún modelo de país, al contrario de la propaganda que hace.
Atrajo a su proyecto a parte de la UIA, la conducción de la CGT, la vieja
conducción de CTA, algunos movimientos piqueteros burocratizados (M.Evita,
Frente Transversal, FTV, Tupac Amaru, MUP), grupos de DDHH, partidos y
personajes de la izquierda, artistas e intelectuales “comprometidos”.
Logró con un puñado de medidas dividir a
gran parte de las organizaciones sociales y políticas del país sin siquiera
rasguñar los grandes intereses económicos.
Se notó durante dicho período, sin embargo,
que la fuerza política kirchnerista si bien se mantuvo en crecimiento no llegó
antes de la muerte de NK a generar una base social propia, homogénea y
disciplinada que le saliera a dar apoyo estructural a su mencionado proyecto de
país. Si esta generando apoyos e intentar consolidarlos en los próximos 4 años
de gobierno, no parece que irá a llegar al punto de masas movilizadas al estilo
del 45 o los 70. En ese sentido en los 70 (al menos antes de la ruptura) Perón
tenía una estructura militante unificada –la JP- con los pies en el barro y
hegemónica en todos los ámbitos sociales. Cuando murió K fue evidente cómo
intelectuales de la talla de Feinmann, Forster y Aliverti encendieron la alarma
de la escasez de militancia y base social. Todavía no se había enfriado
Kirchner cuando llamaron a los jóvenes a iniciar una militancia territorial
(referida a la inserción social amplia pero real).
Este período nos permitió a organizaciones como las nuestras
constituirnos en varias provincias. Si bien el contexto fue favorable para
algunas cosas a partir del kirchenrismo, no es el kirchnerismo el que nos permitió
constituirnos, si tenemos en cuenta que este tipo de disputa, esta forma de
lucha social desde abajo se constituyeron a mediados y fines de los 90 en base
a la disputa de recursos públicos y presencia en las calles con autonomía de
clase.
Debemos reconocer que como organización durante la cotidianeidad de lo social
no tuvimos que entablar disputas quijotescas con otras tendencias ideológicas
militantes o movimientos hegemónicos (a modo de marcar una diferencia con lo
que nos pasó en los 70). Esto en los últimos años ha sido diferente. En esto no
debemos restarnos mérito militante ya que ser un anarquista social hoy es ser
un bicho raro. La sociedad entera encuentra todo delegado en representantes y
no hay mucho lugar para iniciativas desde abajo. No es casual la proyección de
crecimiento que podemos esbozar no solo en
nuestras regionales, sino también en otras provincias, pudiendo tener
influencia directa sobre un gran número de personas que padecen el capitalismo
y la prepotencia de la maquina de adueñarse la administración de la sociedad:
el Estado. Se pudieron generar hechos como el de ayudar a instalar en la agenda
pública ciertos temas como la necesidad de trabajar sin depender de los
punteros (acampe en la 9 de Julio) o las necesidades infraestructurales en los
barrios de Rosario (acción directa por energía a la EPE, acampe en el Monumento
y corte a las Leonas). Sobre esto último pudimos hacer una denuncia pública en
un lugar emblemático sobre un modelo de exclusión llevado a cabo por el Estado
a la vez que generarnos trabajo semi-cooperativo e intentar solucionar
cuestiones infraestructurales de nuestros barrios. Todo lo que hacemos debemos
imperiosamente documentarlo, compilarlo, sistematizarlo y publicarlo como
propuesta social y como referencia ideológica del momento. Debemos
propagandizar lo poco que vayamos experimentando sobre poder popular en ejes
tan importantes como la política, la igualdad de género, el trabajo, la
vivienda, la tierra, la salud y la educación, entre otros. Es una de las
maneras de multiplicar compañeros/as para crecer y no quedarnos aislados en nuestro
proyecto novedoso. Quién se aísla en la coyuntura empieza a leer otra realidad.
En esta influencia que podemos tener a
nivel regional y nacional, lo político ideológico (nuestra Federación) y lo
social (la inserción y organización) debe ser transmitido como un modelo de
construcción política viable y vigente en estos tiempos, para que la tendencia
de militancia no degenere en atajos y posibilismos o mucho peor en la inacción.
Para ir concluyendo, si sigue
manteniéndose una tendencia coyuntural acorde al proceso K de la última etapa,
durante algunos años podremos plantearnos formación política de base y
experiencias de poder popular concretas a la vez que experimentar un
crecimiento en nuestras organizaciones con los oprimidos como protagonistas. Estamos
sacando al anarquismo de los museos en función de
construir un proyecto de revolución social. Por errores nuestros
desaparecimos de la historia. No fue culpa más que de nosotros mismos. No
siempre la historia nos acercó a nuestro pueblo como lo hizo nuevamente en
estos tiempos. No siempre pudimos como pueblo ensayar esto que hacemos hoy.
Sería un error político no aprovechar colectivamente lo que queda del otoño K
para prepararnos a lo que puede venir. Hoy mas que nunca somos conspiradores y
enemigos del Estado y el capitalismo, con lo que eso conlleva. Hoy mas que
nunca tenemos que hacernos el aguante para dinamizar algo tan importante. Hoy
mas que nunca Arriba lxs que luchan!!
FUENTES Diario La Nación, Diario
Clarín, Diario Pagina 12, Diario La Capital (Rosario), Diario UNO (Mendoza),
Diario Tiempo Argentino, Diario Los Andes (Mendoza), Diario El Cronista, Diario
El intransigente, Prensa De Frente, Revista Acción (IMFC), Análisis
coyunturales de Lima Rocha-Cavalcante, Agencia Rodolfo Walsh, Wikipedia,
Cuadernos de la Biblioteca Pocho Lepratti, Indymedia, Voz Entrerriana,
Periódico Hijos del Pueblo, Rebelión.org, Anarkismo.net, Red Latina Sin
Fronteras
[1] Sobre la crisis financiera: En la
década del 70 había distintos regímenes sociales en el mundo, pero algo común a
todos ellos era el bajo desempleo que había y un peso social y político
importante de las organizaciones de trabajadores. La tasa de ganancia de los
capitalistas venia entonces en baja. Para recuperar la tasa de ganancia el
neoliberalismo aumento la explotación, aumentando la producción y bajando los salarios. La creciente
distancia entre lo producido y la capacidad de consumo de los salarios se
cubrió entonces con créditos. A su vez la desregulación del mercado permitió
crear inmensas especulaciones (capital ficticio) generando una sobreacumulación
de capitales.
La crisis financiera surge entonces
porque la mayor parte de las ganancias fueron a crear todo un sistema
especulativo en lugar de ser reinvertidas en la producción.
La hegemonía neoliberal conducida
por el capital financiero angloamericano, implicó que el eje financiero se
asentara en esos países. Y al mismo tiempo que la producción se deslocalizará
en la búsqueda de bajar los costos, extendiéndose por crecientes regiones del
mundo (la industria sobre todo hacia el este asiático, los agro negocios
en argentina y Brasil, los hidrocarburos
en medio-oriente y Asia central, etc. La actual crisis financiera permite que
los países en los que se asentó producción competitiva (china por ej. ) tengan
herramientas para proponer un cambio en el sistema financiero que trabe el
flujo de excedentes hacia el capital especulativo y hacia los EEUU.
[2] Sobre el presupuesto 2011: Más allá
del teatro parlamentario, el Presupuesto 2011 profundiza un esquema de política
económica que supone una serie de continuidades preocupantes:
1)Pago de la deuda externa: el
estado argentino gasta un 9,8% de su presupuesto en pagar intereses de la deuda
pública, un monto equivalente a 1998. Ese monto es 2 veces más que el
presupuestado para educación, 5 veces el presupuesto para salud o 3 veces el
presupuesto de la AUH y el Plan Argentina Trabaja juntos. Se continúa
privilegiando los intereses de los acreedores
2) Mantener bajos los salarios de
los/as trabajadores/as estatales: El aumento proyectado para la masa de
salarios del estado nacional es igual a 14%.Ahora bien, si la inflación real es
mayor al 14% (la inflación oficial de alimentos es superior a eso en la
actualidad) el aumento presupuestado en la masa de remuneraciones del sector público
nacional implica una reducción en el salario real de los/as trabajadores/as.
3) Continuar subsidiando al gran
capital.: El presupuesto 2011 contempla un incremento de 22,4% en las
exenciones impositivas (gastos tributarios): en particular, los regímenes de
promoción económica que benefician fundamentalmente a las grandes corporaciones
supondrán subsidios indirectos que aumentarían en 2011 el 30,2%, llegando a
8462 millones de pesos. Por otra parte, los gastos en el rubro servicios
económicos aumentarían 10,2% y representarán 16,4% del gasto total. Estas
erogaciones suponen 61 mil millones de pesos en subsidios directos e indirectos
a empresas del sector transporte, energía, constructoras, etc., en su mayor
parte grandes empresas. Un monto seis veces mayor que los gastos en
construcción de vivienda, de servicios de agua potable y cloacas.
4)
Continuar sin universalizar la Asignación Universal por Hijo (AUH) y sin pagar el 82% para los
trabajadores jubilados que reciben la mínima: La proyección para 2011 es que
los recursos destinados a la AUH aumentarán un 20,5%.El aumento propuesto
apenas si cubrirá la desvalorización provocada por la inflación real (no la
oficial)
5) Mantener la regresividad
tributaria: pagan más los que menos tienen: Luego de 8 años, el gobierno
insiste en sostener un esquema tributario basado en la imposición sobre el
consumo popular. El impuesto al valor agregado (IVA) continúa representando la
mayor porción de la recaudación (37% de los ingresos tributarios). Por el lado
del impuesto “a las ganancias” (24,4% de los ingresos tributarios), sin cambios
en sus estructura, se mantendrá la tendencia a la reducción en la participación
de los pagos de corporaciones y grandes empresas