Recopilación de artículos por Marques da Costa, en la publicación A Pátria (1923).
Recuperado por la Federacion Anarquista de Rio de Janeiro.
Somos dispersos, no tenemos ningún método, nada
hacemos ni podemos hacer contra la vasta desunión y sucesivas incoherencias
prácticas. Vivimos en un "tira millas" increíble, por incomprensión
de las cosas y, aunque nos pese, por fanatismo. Es aquí, donde los bolchevistas
nos argumentan con razón. Ejemplo: Un camarada de São Paulo inculpa a Edgard
Leuenroth por haber constituido con otros camaradas un grupo cerrado, es decir,
seleccionado através de un programa de acción, compromisos asumidos y exclusión
forzada de los que no cumpliesen lo acordado. ¡El acusador afirma que tal agrupación
es antianarquista! ¡Esta es increible! ¡Increible también la actitud de algunos
anarquistas que cierran filas contra la violencia en el combate contra la
burguesía!
Anarquía es el régimen del acuerdo libre. Yo
tengo el derecho de acordar con otros lo que a bien nos pareciere, partiendo de
que nuestro acuerdo no lesione a terceros. Luego, si acuerdo con otros un grupo
cerrado, con programa, compromiso, castigos y todo lo que queramos, nadie tiene
que hacer con eso.(...)
Además, los anarquistas confunden
desgraciadamente descentralización de la organización anárquica con
centralización de fuerzas anárquicas en la lucha contra la burguesía
fuertemente centralizada.[un 1]
¿Cómo dar unidad y unión a las federaciones? Como
conseguir un cuerpo de militantes verdaderamente de vanguardia, a prueba de
fuego y buenos guías?(...)
El segundo Congreso Obrero proclamó el
federalismo, pero no supimos hacer efectivas las federaciones anárquicas fuera
de los sindicatos.
Todo esto porque somos fanáticos de las “autonomías”,
es decir, del “no compromiso”. De la licencia “individual”, cosa antianárquica
por encima de todo, como demostró Malatesta y como acentuó el Congreso de
Bolonia. Con tales ideas vamos a caer en el anarquismo individualista, la peor
especie de quietismo y dispersión existente.[un 2]
PROPOSICIONES PARA UN MODELO DE
ORGANIZACIÓN
Dos medidas son urgentemente necesarias para
intensificar la acción anárquica: selección de los militantes y concentración
de fuerzas. Sólo eso nos dará unidad de acción.[un 3]
Somos combatientes de una gran guerra. Todos los
combatientes, se “entienden” mutuamente para combatir, asumen “compromisos”,
sin los cuales no puede haber unidad de acción. Quien se “entiende” con otros
ya no es señor íntegramente de su voluntad, está sujeta por algunos hilos al
acuerdo firmado. Si deshace los hilos, rompe el acuerdo, se “desentiende,
desiste del combate común”, huye de la lucha, huye de sus compañeros.
Entonces el individuo “autónomo” es imposible en
un “grupo” de combate. Si él firma un acuerdo con otros grupos, él alienó de
sí, en beneficio de la comunión, una parte de su voluntad. Si él tiene algún
motivo de desacuerdo, está obligado a exponer ese motivo a la comunidad y
promover la revisión del acuerdo. Romper el acuerdo por su libre y espontánea
voluntad es una traición claramente caracterizada.
Hablar también de las federaciones con grupos
enteramente autónomos es absurdo. Federarse es comprometerse con un “pacto”
escrito o no, someterse voluntariamente a una voluntad colectiva, a principios
pre-establecidos, discutidos y aceptados. Por lo tanto, los grupos federados
son “autónomos dentro del acuerdo”, según la fórmula de Malatesta.
Así, cuando en el grupo el individuo rompe el
pacto, él mismo se “desconecta” moralmente y puede (mejor, “debe”) ser excluido
intransigentemente del grupo. De igual manera, si el grupo rompe con lo
acordado, desconecta de la federación y como tal puede y debe ser declarado
disuelto o extraño a la
federación. Ejemplo: un grupo que va a votar o “apoyar” una
candidatura. Es el único medio de cortar con “aguas turbias” y solidificar el
“frente” anárquico.[un 4]
Pienso que debemos separar completamente la
organización del sindicato de la organización de los anarquistas. La
organización de estos visa, naturalmente, a orientar a la clase trabajadora por
medio del sindicato, instrumento de acción directa en las reivindicaciones,
pero la alineación de los militantes para la propaganda en los sindicatos y
fuera de él es cosa a parte, requiere métodos, procesos diferentes.(...)
De ahí el querer los “grupos cerrados”, sólo de
militantes, con ingreso por selección y compromisos rigurosos; las “secciones
obreras anárquicas”, es decir, centros obreros fundados por los “grupos” para
la propaganda fuera de los sindicatos.[un 5]
No basta, pues, querer ser anarquista y
propagandista. Importa estudiar mucho, versar en la teoría, embeberse del
ideal. Si ese ejercício es insustituible para alcanzar la “teoría”, mucho más
es reclamar la lucha real. Es indispensable una larga experiencia, estudio de
los sindicatos, contacto constante con el trabajador, conocimiento de los
trucos políticos y policiales, toda una ciencia práctica difícil.
Así considero evidente la necesidad de llevar en
cuenta, en la organización, la distinción entre agrupación de militantes y
formación de anarquistas fuera de las agrupaciones. (...) Con frecuencia, en el
sindicato no podemos dar una forma exclusivamente anárquica a la acción
obrera.[un 6]
Desde que el anarquismo es anarquismo, no ha
predicado otra cosa que la acción directa de las masas contra los burgueses,
por la asociación, por la colaboración de los sindicatos, por las huelgas, por
el sabotaje, por todos los procesos imaginables. Espero que los bolcheviques no
nos vengan a negar eso y considerar la acción directa invención bolchevique, o
idea del “maestro” Marx o del “maestro” Engels.[un 7]
Aquellos, sin embargo, que acepten la idea de los
grupos seleccionados, de la manera expuesta, no deben perder tiempo. Cada
agrupación, para ser más eficaz, debe ser muy reducida en número, de doce
compañeros a lo sumo. Es mejor formar muchos grupos pequeños federados en una
localidad, con principios por todos asentados y observados, pero libres en la
ejecución de las medidas a tomar, que en un solo grupo numeroso con asambleas
eternizadas, discusiones ociosas y las respectivas comisiones nombradas.[un 8]
Notas (fechas de los artículos):
1. 19 de junio de 1923.
2. 22 de junio de 1923.
3. 19 de junio de 1923.
4. 22 de junio de 1923.
5. 26 de junio de 1923.
6. 26 de junio de 1923.
7. 26 de octubre de 1923.
8. 26 de junio de 1923.
2. 22 de junio de 1923.
3. 19 de junio de 1923.
4. 22 de junio de 1923.
5. 26 de junio de 1923.
6. 26 de junio de 1923.
7. 26 de octubre de 1923.
8. 26 de junio de 1923.