Periódico VOLUNTAD

  Voluntad N°2 Mayo 2016


Editorial


Por un primero de Mayo clasista, de lucha y resistencia!


Si yo he de ser ahorcado por profesar las ideas anarquistas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, entonces no tengo inconveniente yo les digo muy alto, disponed de mi vida."
Adolf Fischer – Mártir de Chicago

Elegimos una fecha muy importante para sacar a la calle el segundo número de VOLUNTAD. Para nosotras/os el  1° de Mayo simboliza la continuidad de las luchas y resistencias de los/las de abajo, su carácter internacionalista y sobre todo la vigencia del proyecto de construcción de una sociedad libertaria.
Como anarquistas creemos en la necesidad de estar  involucradas/os en esas luchas y resistencias cotidianas; consideramos, en este sentido, que el aporte fundamental del anarquismo como corriente histórica del socialismo, es el de imprimirle un contenido libertario a ese proceso, mediante la búsqueda y el impulso de la participación popular, de esa construcción de un pueblo fuerte, como se habla desde el anarquismo especifista latinoamericano. Los/as grandes teóricos/as y las importantes experiencias del anarquismo, cobran sentido, en tanto sirven para la elaboración de reflexiones y líneas de acción que nos permitan participar en luchas de hoy produciendo, en lo cotidiano, prácticas social-políticas que permitan acumular para un proyecto de ruptura con el sistema de dominación capitalista.
En este sentido, levantamos las banderas de los Mártires de Chicago, porque reconstruimos la memoria histórica de los/las de abajo desde una perspectiva ideológica y de lucha, ya que alrededor de la historia circula también el conflicto y la disputa. El 1° de Mayo es para nosotros/as, en cambio, un día para pregonar que vivimos en un mundo dividido en clases sociales antagónicas, que el anarquismo es un proyecto político surgido en el seno de ese enfrentamiento, y que tuvo en otros momentos históricos, como los sucesos de 1886 en Chicago, un protagonismo fuerte y una influencia arraigada en lo más profundo del pueblo.
Esa es la orientación hacia donde apuntamos desde la FAR, conscientes de que vivimos un momento histórico distinto en muchos aspectos, pero similar en lo fundamental de lo que produce este sistema de dominación: riqueza y dominación para los de arriba,  miseria y opresión para los/las de abajo.
Llegamos a un 1° de mayo en un contexto que se nos presenta sumamente complejo, un cambio que se expresa en una profundización del ajuste y la represión, en el marco de un capitalismo neoliberal extractivista, que se sostuvo durante el ciclo de los gobiernos “populares” y que ahora se consolida y  profundiza de la mano de una derecha liberal y de un protagonismo mayor del proyecto imperial estadounidense.
Sin embargo, donde hay dominación hay resistencia. Resistencia que creemos debe ser cada vez más organizada desde una impronta clasista y libertaria. A esta tarea debemos aportar nuestra fuerza militante, rescatando aquellas luchas y alianzas que ya se vienen dando por abajo y que señalan un camino: frente al ajuste y la represión el límite lo ponemos luchando (Página X y X).
En este segundo número de VOLUNTAD seguimos difundiendo los distintos posicionamientos de las organizaciones hermanas del especifismo latinoamericano. Así en la (Página X), compartimos la traducción de un posicionamiento de la Coordinación Anarquista Brasileña (CAB) frente a la coyuntura actual brasilera. Por otro lado en esta etapa de resistencia que estamos atravesando a nivel mundial, destacamos los procesos de resistencia que han tenido importantes grados de acumulación y poseen cierta potencialidad que podría permitir pasar a una ofensiva contra los sectores dominantes en la región. En el número anterior de este periódico difundimos el proceso revolucionario en marcha en Rojava (Kurdistán Occidental) y en esta oportunidad es el turno de reivindicar las más de dos décadas del levantamiento indígena-campesino de los Zapatistas en la región de Chiapas (Pagina X).

Sin duda este año el nuevo contexto, traerá dificultades y desafíos en relación al aumento de la represión y el endurecimiento de las luchas. Por lo que deberemos ser más certeros/as en los análisis de la realidad y de los frentes, en el cálculo de nuestras fuerzas, en los ejes de acumulación, y para eso es fundamental, entre otras cosas, seguir potenciando la organización política anarquista, por eso seguimos invitando a más compañeros/as a organizarse políticamente como anarquistas. Creemos además, que debemos ser conscientes, que la profundidad del ajuste dependerá de la actitud que tomemos las/los de abajo, organizándonos en los distintos ámbitos sociales dando la pelea cotidiana con nuestros hermanos/as de clase, por lo tanto decimos que:

FRENTE AL AJUSTE Y LA REPRESIÓN EL LÍMITE LO PONEMOS LUCHANDO!!
POR UN 1° DE MAYO CLASISTA, DE LUCHA Y RESISTENCIA!!

VIVA LA ANARQUÍA!!








Estamos camino hacia otro momento político en la región

Lo que en el primer número de VOLUNTAD, establecíamos como un interrogante, en el presente análisis aparece como una afirmación: Estamos camino hacia otro momento político en la región. Es así que  el “desgaste” de los llamados “gobiernos populares” o del socialismo del siglo XXI parece profundizarse y orientarse hacia un fin de ciclo en la región. La situación en Venezuela con la victoria electoral de la oposición al Chavismo, el intento de golpe blando en Brasil, que amenaza  la estabilidad del gobierno de Dilma Rousseff (a pesar de estar llevando adelante medidas de ajuste reclamadas por los sectores de oposición), el resultado negativo del referéndum para la reelección de Morales en Bolivia, son expresiones que dan cuenta de un fin de ciclo para los gobiernos “populares” de la región. Sumado a estas dificultades y en relación con ellas se expresa, en el contexto internacional, la continuidad de la caída del precio internacional de los commoditties, principal fuente de recursos de latinoamérica.
En Argentina el gobierno de Mauricio Macri, está enmarcado  en este nuevo momento de la región siendo, incluso, un punto de referencia y un ensayo para las fuerzas reaccionarias que han pasado a la ofensiva y que pretenden establecer una nueva hegemonía política en Latinoamérica;  de la mano del imperialismo Yanqui que nunca se fue, y que ahora se entusiasma con el “cambio”.

La estrategia del neoliberalismo extractivista se profundiza
El nuevo contexto político en la región no viene con cambios en lo estratégico, así lo primero que hay que afirmar es que hasta ahora, a groso modo, no hay ruptura en términos de proyectos de dominación del Kirchnerismo al Macrismo. En todo caso donde se expresan mayores diferencias es en referencia a las fuerzas sociales que componen  cada sector, y el marco de relaciones internacionales al que adhieren cada uno, sobre todo a nivel latinoamericano.  Con respecto a las fuerzas sociales, entendemos que son distintas, pero esas diferencias son tácticas ya que la estrategia del neoliberalismo extractivista se mantiene en ambos proyectos. En ningún momento el contraste entre el Kirchnerismo y el Macrismo se dio en referencia a la oposición entre un capitalismo industrialista independiente versus un neoliberalismo de las corporaciones. Ambos proyectos coinciden en lo fundamental, aunque puedan llegar a apoyarse en proyectos imperialistas distintos, en un mundo que se presenta marcadamente multipolar.
La profundización de esta estrategia extractivista se manifiesta principalmente en que de forma casi inmediata a su asunción el gobierno Macri eliminó retenciones a las multinacionales de la megaminería y a los grandes exportadores agrícolas. Se expresa además en los gestos en referencia a la intención  de aprobar el TPP (Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica), un tratado de libre comercio impulsado principalmente por EEUU y corporaciones como Monsanto. La aprobación de este tratado traería consecuencias nefastas para la región, ya que además de consolidar la matriz extractivista el TPP, va a impedir la producción de medicamentos genéricos, reforzar el control social a través de la vigilancia sobre el uso de internet, aumentar la precarización laboral, y destruir aún más el medio ambiente.

La intensificación del ajuste
Tal como lo veníamos marcando en nuestros anteriores análisis, está en marcha en los últimos años un ajuste hacia los sectores populares marcado por la precarización de la vida como modalidad, que se expresa en una multiplicidad de aspectos que afectan las condiciones de vida de los/las de abajo. A la situación dramática de que el 40% de los trabajadores/as se encuentran precarizados, se le suma el aumento del desempleo vía despidos y suspensiones masivas en el sector público y privado, una devaluación de más del 40%, una inflación escandalosamente creciente, un aumento a la baja que de la AUH, asignaciones familiares y jubilaciones sumado a la intención de imponer un techo a las paritarias del 25%. Estas medidas son solamente los primeros ataques de la ofensiva del gobierno de Cambiemos.
El ajuste no solo se explica por el carácter ideológico de la nueva dirección estatal sino que existen diversos factores coyunturales como: el agravamiento de la situación económica a nivel internacional (sobre todo de Brasil y de China), el reacomodamiento por arriba de empresarios que estaban ligados al anterior gobierno, la especulación del sector agro-exportador que apuesta a una devaluación incluso mayor, entre otros, que de alguna manera generan un condicionamiento a  las medidas del gobierno.
Si bien en estos primeros meses del gobierno el ajuste brutal era vendido como gradualista, el tarifazo en los servicios y el transporte, y los recortes en programas sociales y despidos, parece indicar que es la clásica doctrina del shock. De esta forma, se operó a partir de una síntesis estratégica como respuesta a las disputas dentro de la coalición de Cambiemos. La apuesta del gobierno es que el pueblo soporte las medidas de ajuste, el aumento de la inflación, despidos, suspensiones, etc., con la ilusoria expectativa de que, luego de pagar a los fondos buitres, en el segundo semestre la economía se reactive vía “lluvia de dólares”, la inflación baje y vengan centenares de multinacionales a “invertir” en un país cada vez más empobrecido.

La profundización de la represión
Sobre el terreno fértil que había dejado el Kirchnerismo con la sanción de las leyes anti-terroristas, el Macrismo avanzó con el protocolo anti-protesta. Una resolución del Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, que busca reprimir la protesta social y regular la actividad del periodismo durante las manifestaciones. Esta medida permitirá a las fuerzas represivas actuar con total libertad, evitando que los periodistas puedan dar verdadera cobertura a los acontecimientos.
El protocolo además de causar rechazo de las organizaciones del campo popular y sectores del periodismo, no ha podido ser utilizado en los términos y con los objetivos que se plantea. Medidas de acción directa multisectoriales como el paro nacional de estatales el 24/02 o la masiva movilización de organizaciones sociales en todo el país del 16/03, entre otras, no han podido ser “reguladas” por el gobierno debido a su masividad y a la legitimidad de los reclamos. No obstante esto, no hay que perder de vista los distintos episodios represivos que se dieron desde la asunción del nuevo gobierno. Empezando por los/las obreros/as de Cresta Roja, los/las municipales de La Plata, de Neuquen, la detención de las diez trabajadores municipales de Salta, la detención del Secretario General de la CTA de Río Negro, el resonante caso de la represión descargada sobre niños/as de una murga de Bajo Flores en Capital Federal, el encarcelamiento de Milagros Sala en el marco de una acampe que varias organizaciones venían sosteniendo desde diciembre en la plaza principal de San Salvador de Jujuy, entre otros, dan cuenta de la intención del gobierno de frenar cualquier manifestación en el espacio público que ponga sobre el tapete el brutal ajuste que está en marcha.
Sumado a esto el nuevo gobierno profundiza la represión preventiva, con el decreto que declara la Emergencia en Seguridad Pública que con la excusa de  enfrentar delitos complejos y combatir el crimen organizado, refuerza la estructura represiva tanto cuantitativa como cualitativamente. Con el apoyo de los gobernadores e intendentes, luego de relevar el estado de las fuerzas policiales, comenzaron ya con las millonarias “inversiones” en equipamientos y tecnologías, para el fortalecimiento del aparato represivo. Esta medida no hace más que otorgar mayor poder a las mismas fuerzas represivas que, en general, se hallan asociadas al narcotráfico, la trata de personas y otros delitos que la normativa decretada por el gobierno dice querer combatir.

Por otro lado, el carácter reaccionario del gobierno de Cambiemos ha habilitado cierto margen a expresiones de ultra-derecha que se manifiestan, por ejemplo, en referencia a la visión sobre el terrorismo de estado perpetrado por la última dictadura cívico-militar-clerical. En este sentido, la editorial del diario La Nación, escrita casi inmediatamente después de las elecciones, hace un llamado al cese de los juicios a los genocidas de la última dictadura militar y una reconsideración a la militancia de los ’70, a lo que se le suma la declaración del funcionario Macrista Loperfido negando la existencia de los 30000 desaparecidos. Otro gesto en este sentido fue el haber recibido al CELTyV (Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas) mostrándose públicamente “oyendo las dos campanas” lo que, por omisión, avala los delitos de lesa humanidad llevados a cabo por el estado.


El reacomodamiento por arriba
En nuestro último análisis decíamos que la pérdida de poder institucional del Kirchnerismo después de las elecciones implicaba un repliegue tan importante que casi lo retrotrae a su nivel inicial en su lugar de origen Santa Cruz y que implica, por ahora, el fin de su hegemonía política. A eso se le suma, en este momento más claramente, una ofensiva interna dentro del PJ, para desdibujar al Kirchnerismo y construir una oposición al Macrismo “más acorde a los tiempos que corren”, concretizada en la huida de algunos legisladores del  bloque del FPV, para construir otro menos confrontativo. Opuesta al Kirchnerismo, y dentro del campo peronista, se encuentra la figura de Massa, y además existe una variedad de gobernadores e intendentes que tienen que hacer posible su poder territorial en un marco adverso, que básicamente se encuentran especulando y buscando acomodarse al nuevo escenario. Así la liga de gobernadores del PJ es la que impulsa esta estrategia de “gobernabilidad”, sobre la base de un acuerdo con Macri que  implica poder discutir la coparticipación en las provincias y otros recursos, a cambio de la colaboración en leyes como la del pago a los fondos buitres, y un tono moderado en las críticas mediáticas hacia el nuevo gobierno. Por otro lado, las  burocracias sindicales se ven obligadas por presión de las bases a plantear tímidamente reivindicaciones al gobierno. En este sentido se explica la intención de ir hacia la unificación de las  tres CGT y la marcha convocada para el 29/04, donde principalmente se plantea el tema del impuesto a las ganancias, pero forzados por las circunstancias manifiestan su “preocupación” por el crecimiento de la desocupación luego de cuatro meses de despidos ininterrumpidos.
Así algunas de las características del reacomodamiento por arriba están dadas por un protagonismo mayor de la estructura clásica del PJ (Barones, Liga de gobernadores y Burocracias sindicales) por sobre las organizaciones Kirchneristas, el Frente Renovador por ahora por fuera de la estructura partidaria del PJ y el macrismo operando y buscando hacer funcionales a su proyecto a cada uno de estos actores.
Resistir desde el protagonismo de los/las de abajo y hacia un horizonte de ruptura
A partir de distintas acciones de ofensiva del Macrismo, se empezó a generar un eje de aglutinamiento de las luchas que se definen como “resistencia”. No obstante la forma y el contenido del término está en disputa, y es interpretada de diversas maneras. Por eso es importante a la hora de buscar una perspectiva de análisis, tratar de tomar distancia del debate ciudadanista, en donde tanto el Kirchnerismo como el Macrismo supieron construir discursos polarizantes, que “obligan” a una toma de postura entre ambos. Hay que decir sin embargo, que las diferencias en el plano ideológico que existen entre el Macrismo y el Kirchnerismo, expresan hacia abajo, los mismos efectos de fragmentación en los sectores oprimidos. Por ejemplo, sustentadas sobre argumentaciones ideológicas distintas ambos gobiernos tomaron medidas de ajuste. El Macrismo utiliza el argumento del eficientísimo para generar despidos en el sector Público, acusando a los trabajadores/as estatales de ñoquis, mientras que Cristina acusaba a los trabajadores/as que reclamaban contra el impuesto a las ganancias de ser una aristocracia obrera y a los maestros de trabajar cuatro horas y tener tres meses de vacaciones. Los marcos ideológicos son distintos, el primero se basa en que lo “público” se construiría sobre el avasallamiento de lo individual, y por lo tanto habría que limitarlo, y el segundo se construye sobre la idea del sacrificio de lo individual en aras del “bien común” de “todos y todas”. Los efectos en ambos casos son los mismos, profundizar la dominación de clase buscando fragmentar sus distintos sectores. El sujeto que se busca construir desde estos discursos, oculta la existencia de clases sociales antagónicas  desdibujándolas sobre la idea abstracta ya sea de la patria o del individuo. Aquí se ven nuevamente las formas de moldeamiento estatal, que permean los discursos y posicionamientos políticos.
El efecto que se busca mediante este mecanismo es condicionar las perspectivas y las acciones de resistencia hacia un horizonte limitado por la idea de cambios en la gestión estatal. Una expresión de esto es la llamada “resistencia Kirchnerista”, concretizada en denuncias declamativas vía redes sociales al ajuste, y convocatorias a “plazas de la resistencia”, donde no hubo movilizaciones orgánicas del FPV, sino más bien auto-convocatorias ciudadanas, terreno en el cual el  kirchnerismo apuesta a ser una dirección super-estructural del descontento desorganizado.

El límite lo ponemos luchando
En el campo de las luchas sociales, se puede esperar para este año mayor protagonismo de los sectores sindicalizados y tal vez cierta tendencia a la multi-sectorialidad, algo de lo que se vio el 22/12, el 24/02 y el 16/03, protagonizado por los gremios pero donde también hubo participación de las organizaciones sociales con sus reclamos particulares. Así pareciera que se van configurando algunos hechos de resistencia masivos, marcados por la acción directa, sumado a los reclamos sectoriales que han marcado algunos límites al ajuste, lo que se expresó en  reincorporaciones de trabajadores/as despedidos/as, el freno a ciertos vaciamientos y varios  acuerdos paritarios que superaron el techo impuesto por el gobierno.
Desde la FAR, entendemos que la resistencia a esta brutal ofensiva de los sectores dominantes, se puede construir solamente en forma organizada, continuando y profundizando aquellas experiencias de resistencia popular que se han generado hasta ahora, y buscando aportar mediante formas organizativas libertarias respuestas a las nuevas problemáticas que surgen como consecuencia de la situación actual. La acción directa y la solidaridad deben ser la respuesta inmediata frente a los ataques de los de arriba, pero también la creación y el fortalecimiento de organización en los distintos ámbitos sociales para que la clase oprimida pueda orientar este proceso hacia un horizonte que permita crear organismos de poder popular que reviertan la situación y pongan al pueblo a la ofensiva.


Entre la farsa del pacto social y la tragedia golpista: solamente la lucha de clases decide!

Publicado el 20/03/2016 por la Coordinación Anarquista Brasileña (Traducción al español: Federación Anarquista de Rosario)
20 de Marzo de 2016

Manifestamos aquí nuestra posición, de las y los anarquistas de la CAB, contra el agravamiento del escenario de disputa feroz entre los sectores dominantes por la dirección del poder político nacional.

Los expedientes usados por el Juez Sergio Moro, la Policía Federal y el MPF, combinados con el espectáculo orquestado por los oligopolios de la comunicación, en especial la red Globo, desde la conducción coercitiva de Lula hasta los audios filtrados en paralelo a su nominación como ministro, son descriptivos de una lucha cada vez más agresiva por la máquina del Estado.

La derecha opositora al gobierno del PT se vale de la judicialización de la política y de la producción de un discurso selectivo y criminalizador de los medios para actuar en una “zona de frontera” de los marcos constitucionales del derecho democrático burgués. En medio de ese escenario, han sido comunes las entusiasmadas manifestaciones oportunistas de sectores de izquierda anti-gobierno con pretensiones electoralistas en torno a la judicialización de la política.   Al contrario de lo que sugieren estas manifestaciones, la judicialización de la política no se orienta hacia la izquierda, mucho menos a una “revolución política”. Sugerir eso demuestra un retroceso de las expectativas y los horizontes estratégicos y un vaciamiento del significado de qué se entiende históricamente por “revolución”, una infantil broma para ser agitada de forma torpe en las redes sociales. El oportunismo que hoy abraza ese espectáculo abre el camino para la capitulación del mañana. No faltan trágicos ejemplos que siguieron esa vía.

Ante todo, la judicialización de la política juega efectos ideológicos que repercuten en ideas y nociones conservadoras de una salvación nacional por manos del poder judicial, la policía o las fuerzas armadas.  Tanto el escepticismo, la indiferencia, el ascenso de discursos de odio y resentimiento con la política menospreciada por los partidos de la democracia burguesa son el caldo de cultivo de una pensamiento fantasioso. Una noción de la política que excluye la participación popular y gobierna por las técnicas de control y orden. Puede dar un marco a  la imaginación autoritaria de donde nacen las criaturas más infames de la política.

Es por la vía de estos artificios que un golpe blando está en curso. Es más, digámoslo francamente para evitar equivocaciones: este es un tipo de golpe orquestado por sectores de derecha del congreso, del poder judicial, de los medios, de las organizaciones patronales que toman coraje por la situación ridícula y patética en que cayó el PT, las autoridades del gobierno y las burocracias de los movimientos populares que forman parte de su arco de sustento. Un PT que cae a la fosa común de la política burguesa es la coartada perfecta para una ofensiva que viene a castigar los derechos y liquidar recursos y servicios públicos.

El sistema de dominación capitalista no lleva la Constitución debajo del brazo para actuar. Cuando tiene oportunidad, turce la legalidad, quiebra el estado de derecho, se mueve en las reglas del juego de la fuerza e impone su poder de facto. Cuando la izquierda trato de hacer reformismo apoyada en esa estructura legal, fue, primeramente, empujada a retirar  sus recursos organizativos e ideológicos, para rápidamente pasar a ser severamente reprimida. En la historia hay varios episodios que cuentan eso.

Pero ese no es el caso del PT. El Partido de los Trabajadores, parafraseando a Lula, fue acobardando su reformismo desde los años 80 para alcanzar el gobierno en las elecciones de 2002 con un programa negociado con las estructuras de poder dominantes. Fue un eficiente y esmerado gestor de turno de capitalismo brasileño, asociado con patrones, banqueros y ruralistas, amigo de una oligarquía repugnante.  El PT atrajo a un sector de la derecha para un pacto de clases con un plazo de validez y lo peor que se convenció y sigue convencido que se puede confiar en el  sistema de las clases dominantes.

El fracaso de la colaboración de clases que soñaba el PT y sus gobiernos arrastró al movimiento sindical y popular, tiraron la independencia de clases en la lucha de la clase trabajadora, dividieron y burocratizaron las organizaciones de resistencia. Haciendo toda una cultura política que produjo un sujeto domesticado por el poder,  que pone frenos y cabestros a la lucha de clases.

Si este proyecto siempre rezaba sobre las reglas del juego institucional del Estado burgués, en el campo popular nunca abandonó la posibilidad de pisotear los más elementales principios de la democracia de base. Fraudes en elecciones y asambleas de organizaciones sindicales y estudiantiles, maniobras, agresiones y persecuciones a corrientes y militantes disidentes se fueron afirmando como el guión por excelencia sobre la base de los movimientos sociales más grandes que dan sustento al proyecto “democrático-popular”. En este sentido, es sintomático notar que las burocracias de los movimientos populares son mucho más enérgicas y combativas en la defensa del gobierno de turno que en defender a la clase, constantemente, degradada por ese mismo gobierno y por los bajos acuerdos conseguidos por sus sindicatos con los patrones que hoy convocan a la liquidación de ambos.
Por otro lado, activado en la sociedad una represión furiosa de lo que no fue, que despierta odios y abre espacios para la emergencia en las calles de sectores fascistizante de extrema-derecha, que, animados por esa misma represión, buscan hoy un linchamiento público de todo lo que huela a izquierda, por lo que es digno de la ventana del PT.
Quien quieren asumir el gobierno ahora y pasar por encima de la carroña del PT son los partidos de la oposición resentidos por permanecer fuera del control de esa estructura de privilegios, más que nunca se quedaron fuera de la asignación de recursos públicos y de la fiesta con los patrones sobre el presupuesto y el patrimonio público.  Pero también está el mercado con el sistema financiero y los industriales que ganaron todo tipo de intereses, beneficios y privilegios durante los mejores días de la narrativa de crecimiento económico. Los prestamistas, evasores de impuestos, genocidas del pueblo indígena y negro, que hacen de cuenta que están fuera del esquema. Ellos le escupieron al plato del que comen, engordaron con el PT y ahora quieren hacer el escenario de imposición del ajuste en su grado máximo. Un ajuste que busca romper de una vez los derechos de los trabajadores, hacer la cama para los vampiros de las patronales que pretenden precarizar aún más las condiciones de trabajo, imponer el PL a las tercerizaciones, reformar las pensiones, mantener la quiebra fraudulenta, tirando a los trabajadores víctimas de accidentes laborales a la calle como si fueran residuos, despidiendo en masa para volver a contratar en condiciones cada vez más precarias.

Este es el golpe que está en proceso. Que se vale del PT socio de corrupción con los contratistas, avalador del ajuste, de la entrega de pré-sal, autor de la ley antiterrorista, de la UPPs, de la paralización de la reforma agraria y de la violencia contra los pueblos indígenas y quimbolas. Que lo toman como patético rehén y lo condenan públicamente para hacer el ajuste aún más profundo y sangrar sin límites a las clases oprimidas.

El corto plazo promete un concierto por arriba. Sea como sea, viene un gobierno de coalición agresivo contra los trabajadores y el pueblo. Independientemente del resultado de este espectáculo trágico, lo que veremos será anti-petistas y gobernistas cada cual a su forma, buscando hacer valer el ajuste, aunque con grados de variación distintos. El empuje no solo está viniendo de frente desde la derecha ideológica, sino también por las costas, aplicada por un gobierno y el partido que no deja de hacer valer un discurso emotivo e irracional, que erige mitologías y fetiches en torno a un pasado de lucha como forma de crear una cortina de humo su ajuste y su proyecto político de centro-derecha.

La eterna espera del “giro a la izquierda” en estos días se manifiesta en la defensa intransigente de un Lula ministro que no esconde que llega para intentar salvar la alianza con el PMDB y el resto de la base aliada, subastando lo que puede, con las rodillas dobladas cada vez más a la derecha. En cuanto a la cortina de humo mediática, se agita una polarización “retorcida”, la mano se cierra en acuerdos por el avance de las privatizaciones de las empresas estatales y el adecuamiento del aparato represivo para una mayor criminalización del pueblo en lucha.

Estamos en contra de este golpe, ya que implica un corte profundo en la carne de las clases oprimidas y abre el camino para una correlación de fuerzas aún más desfavorable para los de abajo. Pero no admitimos negociar ningún derecho como moneda de cambio de este gobierno moribundo que cavó su propia tumba al traicionar las expectativas de los / las trabajadores / as y sancionar la ley antiterrorista en plena crisis política. Vamos a luchar realmente contra esta tentativa de golpe, sin adherir a reboquismos y al mismo tiempo sin perdonar al reformismo especulativo, mediante el fortalecimiento de una posición de izquierda, de combate y a partir de la concepción de que solamente podemos contar nosotros mismo y con el pueblo en lucha organizado construyendo su propio camino, contra todo golpe históricamente aplicado por los/as de arriba contra los/as de abajo.
Nuestro lugar en esta dramática y decisiva disputa es hacer valer la independencia de clase como la alternativa real de las clases oprimidas. Una alternativa de clase que en el corto plazo, marcada por el trágico desmantelamiento organizativo del tejido social, se traduzca en la más resuelta solidaridad de clase. Dar disputa ideológica en defensa de las luchas que surgen desde abajo y aportar a toda solidaridad posible; buscar extender y masificar las huelgas, ocupaciones, actos contra  las medidas de austeridad y carestía para, a partir de ahí, acumular fuerzas reales para radicalizar la independencia de clase, colocándolo como embrión de poder popular, de un fuerte y solidario  puño para extender a los oprimidos de todos los rincones del país y golpear de forma orgullosa y valiente a los patrones, gobiernos y también al reformismo y a la traición de clase.
A organizar los diversos sectores que componen a la clase trabajadora, construyendo movimientos sociales y fortaleciendo su protagonismo popular, guiando su autonomía y combatividad! Solo el avance del poder popular será capaz de dar respuesta tanto al avance de la onda conservadora que toma el país, como a resistir a los retrocesos impuestos por el gobierno.

Una sola clase, una sola lucha!

Derrotar a la derecha golpista y avanzar en la lucha contra el pacto de clases!

Por el socialismo y la libertad!!!



Coyuntura sindical: rechazar el ajuste apostando a la unidad y la acción directa

¿Cómo nos encontramos?
Durante las últimas décadas en Argentina los/as trabajadores/as hemos tenido que soportar, no sin oponer resistencia, un deterioro sostenido de nuestras viejas conquistas reivindicativas. El paso de cada gobierno representó -con matices- nuevas políticas de ajuste y flexibilización laboral. Los doce años de kirchnerismo desde ya no fueron excepción a esto, dándose en su último período un sostenimiento de políticas antiobreras al ritmo de mayores niveles de precarización, un incremento significativo de despidos y suspensiones en el sector privado, un aumento en la intermediación del Estado en los conflictos sindicales marcando, por un lado, arbitrariamente un tope a las paritarias de cada sector y, por el otro, extorsionando a las organizaciones obreras con la conciliación obligatoria ante un avance de la conflictividad. Como corolario de estas políticas, Cristina deja la herencia de una legislación que persigue y condena la protesta social -Ley Antiterrorista- para que el siguiente gobierno haga uso de la misma. Es sabido que este tipo de leyes necesarias para la clase dominante advierten la llegada de mayores niveles de conflictividad social.
Bajo esta lógica se produce el ascenso al gobierno de sectores reaccionarios representados en el proyecto del empresario Mauricio Macri. Como veremos más abajo, durante los primeros meses del gobierno de Cambiemos se viene produciendo -y de manera abrupta- una arremetida de los de arriba contra las conquistas de los trabajadores en una clara señal de profundización del ajuste. Esto evidencia un consenso entre la clase política, el gobierno central, los gobiernos provinciales y municipales -sin distinción de color político- y el empresariado nacional y trasnacional. El resultado inmediato de esta nueva gestión son decenas de miles de despidos en el sector público -además de la continuidad de despidos en el sector privado-, topes paritarios cada vez más bajos y un aumento en la persecución gremial entre otras medidas contra los trabajadores.
En la Provincia de Santa Fe, en sintonía con la realidad nacional, se produce la asunción del empresario Miguel Lifschitz como “recambio” del Partido Socialista. La avanzada del nuevo gobernador sobre los derechos de los asalariados se manifiesta con rapidez en las paritarias del sector público y la continuidad de la ola de despidos en el sector privado.
Párrafo aparte  merece ser destacada, al igual que en el anterior número del periódico, esta dramática coyuntura que atravesamos los/as trabajadores/as que se refuerza sin dudas por las condiciones estructurales en las que se encuentra inmerso el sindicalismo argentino: una abierta relación servil y colaboracionista de parte de las jerarquías sindicales –claros agentes de la clase dominante- con las patronales y la clase política dando garantías a una “paz social” que optimice un “buen modelo de capitalismo”; un esquema de representación sindical único como reflejo de un modelo de organización verticalista y autoritario donde las expresiones de base genuinamente combativas queden por lo menos aisladas; un gremialismo enteramente institucionalizado y regulado por el Estado y los partidos hegemónicos.

Un tsunami de despidos y suspensiones
Lo que durante los últimos años del kirchnerismo se avizoraba como un incremento en los despidos y suspensiones en el sector privado (dejando al laburante como variable de ajuste ante la reducción de la ganancia de los capitalistas) pasó ya en los primeros meses del gobierno de Cambiemos a una abrupta oleada de cesantías en el sector público disfrazadas bajo el eufemismo de “modernización del Estado”. Paralelo a este cimbronazo el gobierno habilitó al sector privado para prescindir masiva y libremente de la fuerza de trabajo.
Según datos arrojados por el Observatorio del Derecho Social de la CTA, entre el 1º de diciembre y el 4 de marzo se relevaron cerca de 68.500 despidos, de los cuales un 55% aproximadamente se produjeron en el sector público y el 45% restante se produjo en el sector privado.
De los 37.600 despidos del sector público, más del 46% corresponde a despidos en el ámbito nacional. El restante 54% corresponde a los ámbitos provinciales y municipales. Entre los gobiernos provinciales que más despidos registran se encuentran los de Jujuy (Frente Renovador), Santa Cruz (FPV), Buenos Aires (Cambiemos) y Tierra del Fuego (FPV).
Es de suma importancia destacar que en su mayoría los empleados despedidos de este último sector venían desde hacía meses, quizás años, padeciendo la precarización laboral y formas de contratación fraudulenta de parte de las patronales anteriores. Este nivel de irregularidad facilitó la tarea para efectuar esta peculiar “modernización del Estado”.
En el sector privado las ramas más afectadas por el ajustazo patronal son la de la construcción, gastronómica, textil, metalúrgica y automotriz, entre otras. Particularmente la situación del sector de la construcción es delicada ya que se vienen perdiendo puestos de trabajo sin que sean considerados oficialmente despidos al tomarse estos por empleos estacionales. Por esto deberíamos sumar a las cifras de más arriba la caída de puestos de trabajo en el sector que ascendería a 54 mil solo entre noviembre y enero.
Pero ante tan estridente ola de despidos está quedando solapado el aumento de las suspensiones colectivas en sectores de la industria petrolera, automotriz, autopartista y siderurgia. El sector más emblemático es el de los petroleros, con 2.500 trabajadores suspendidos solamente en Neuquén, Río Negro y La Pampa cuyas reducciones salariales trepan hasta un 60%. El caso de los petroleros de Chubut ha sido distinto gracias a la movilización de más de 15 mil trabajadores del sector que lograron frenar momentáneamente esta ola de ajuste sin dudar en copar casi la totalidad de los pozos petroleros de la provincia.
Esta oleada de despidos y suspensiones determina como consecuencia directa una baja estrepitosa del tope paritario, ya que las aspiraciones salariales del trabajador se reducen significativamente ante la posibilidad de perder el empleo. Este escenario también da pié a mayores niveles de flexibilización, precarización y fraude laboral. Además viene siendo una constante para la persecución gremial e ideológica a la hora de apuntar a realizar una “limpieza de personal”, viéndose afectados los trabajadores combativos de cada sector.
Sumando a lo anterior, en los últimos años, el Estado ha puesto en práctica un subsidio para el trabajador,  denominado REPRO (Plan de Recuperación Productiva), con el objeto de ocultar durante algunos meses los despidos masivos y el vaciamiento de las empresas, dilatando el conflicto y desarticulando las resistencias organizadas en torno al mismo. El Macrismo se ha servido de esta herramienta para aplacar conflictos importantes como los de la aerolínea SOL y la avícola Cresta Roja.
Por otro lado, en medio de este contexto de profundización del ajuste sobre los sectores populares, la clase dominante -a través de los voceros en el gobierno y los medios masivos de comunicación- están intentando permanentemente impregnar la ilusión de la llegada de inversiones al país lo que dicen que generará automáticamente la apertura de puestos de trabajo por doquier. Esto contrasta sin dudas con la agresividad con lo que las patronales empresariales y estatales tratan la fuente laboral de los trabajadores día a día en un panorama más de vaciamiento y fuga de capitales que de reindustrialización.

Bajemos el techo paritario y No “Cambiemos” el impuesto al salario
Es necesario destacar que durante los últimos años las paritarias no vienen significando un aumento salarial real sino un intento de recomposición del poder adquisitivo, que en la mayoría de los casos nunca alcanza a cubrir la necesidad real del bolsillo del trabajador frente a la inflación y el encarecimiento del costo de vida. En un inicio el gobierno nacional se inclinó por impulsar una pauta de actualización salarial de entre el 20% y el 25%, patrón que, como veremos a continuación, ya ha sido superado en las primeras negociaciones del año.
En el caso de los/as docentes, bajo la amenaza de incrementar las medidas de fuerza, se obligó al gobierno central a fijar un incremento del salario mínimo de un 40% a Julio, lo que obligó inmediatamente a los gobernadores de las provincias a contemplar este porcentaje a la hora de sentarse a negociar con los gremios del sector público y privado. De todos modos en la totalidad de las provincias la negociación fue sustancialmente inferior a ese monto, a excepción de las provincias que aún se encuentran en conflicto (Mendoza, Santiago del Estero, Jujuy, Santa Cruz y Tierra del Fuego).
Otros sectores que han logrado romper el techo de paritarias bajo amenaza de medidas de fuerza han sido los Químicos con un 27,8%, Textiles y Petroleros con un 28%, la UTA (colectiveros) con un 29%, UOCRA (construcción) con un 29,6%, Papeleros con un 30%, Camioneros con un 31,5%, Sanidad con un 32% y Bancarios con un 32,7% y finalmente UTHGRA (hoteleros y gastronómicos) con un 34%. Una variante elegida en algunos sectores como Empleados de Comercio y la SMATA (autopartistas) fue la de establecer una paritaria semestral hasta Junio para después revaluar otro aumento.
Se hace cada vez más evidente la disparidad que hay entre los altos niveles de inflación de la Canasta Básica –por arriba de los $16.000- y los brutales tarifazos en los servicios públicos por un lado, y por el otro, la limitada capacidad adquisitiva que posee el trabajador en esta coyuntura.
A todo esto debemos agregarle el incumplimiento de la promesa por parte del gobierno de Cambiemos de eliminar o modificar sustancialmente el impuesto al salario, mal llamado impuesto a las ganancias, tal como lo habían manifestado en campaña. El aumento anunciado el pasado mes de febrero, que establecía un piso de $30.000 para tributar, terminó quedando desfasado al no modificarse las escalas porcentuales de pago, dejando la línea de pago a salarios de $18.880 mensuales para trabajadores sin hijos y de $25 mil para trabajadores con hijos. Además este nuevo decreto dejó sin aplicación el del año 2013, que excluía del pago del impuesto a aquellos que durante los meses de enero a agosto de ese mismo año no superaban los $15000 mensuales, perjudicando así a unos 200 mil trabajadores. Lejos de la eliminación de este impuesto se está evidenciando como el gobierno buscó el vericueto para que los de abajo sigamos pagando de nuestro bolsillo una rentabilidad acorde a las exigencias de los capitalistas.

El empresario Lifschitz en Santa Fe
En la provincia de Santa Fe, como ya advertimos al principio, la ola de recortes se venía dando desde los últimos años de la década kirchnerista, y a nivel local de la mano del gobernador del Partido Socialista, Antonio Bonfatti quien enfrentó con dureza cualquier reclamo salarial de docentes y estatales, y habilitó a los capitales establecidos en la provincia a avanzar sobre el trabajador con despidos, suspensiones y mayores grados de precarización laboral. Sin embargo, todo esto se acrecentó con la llegada del empresario,  también “socialista”, Miguel Lifschitz, encarnando a nivel provincial la embestida contra los intereses de los sectores populares.
Por un lado las burocracias gremiales estatales de la provincia (UPCN y ATE Provincial) y los municipios (FESTRAM) cerraron acuerdos con la patronal, y a espaldas de las bases, por un 31,8% y un 33% respectivamente. Estos aumentos, además de haberse pautado en cuotas perjudiciales al bolsillo del trabajador teniendo en cuenta la inflación, se bonifican en parte como cifra no remunerativa, es decir en negro.
En el caso de los docentes ocurrió algo similar con un acuerdo entre el gobernador y la burocracia de CETERA por un 35% mentiroso, ya que solo un 27% pagaría el Estado provincial, y el porcentaje restante lo abonaría el Estado central en negro.
En el sector privado la situación de ajuste y vaciamiento que se inició  hace algunos años se agravó durante los últimos meses de 2015 y primeros meses de 2016. Por ejemplo la curtiembre Sadesa de Las Toscas despidió a 152 trabajadores, Paraná Metal de Villa Constitución dejó en la calle a 180 operarios mientras que en Acindar la empresa anunció la reducción horaria al 50% dejando en la calle a 40 operarios. A su vez el frigorífico Frideco de Totoras echó a 100 empleados. Por otro lado, la química Ar-Zinc de Fray Luis Beltrán cerró sus puertas dejando a 400 empleados/as en la calle. Otro conflicto se ha desatado en Chabás a raíz del despido de 28 trabajadores de la aceitera Ricedal. En Firmat en las metalúrgicas Meyde y Vassalli corren riesgo más de 600 puestos laborales ante un evidente vaciamiento del sector, mientras que en DPA (ex Nestlé) decenas de despedidos se han sumado a la multisectorial de la zona para ejecutar un plan de lucha contra la profundización de la ola de ajuste.
Ante este panorama desolador para los/as trabajadores/as de la región el Estado provincial opta por mirar para otro lado o tirar la responsabilidad del conflicto únicamente al Estado nacional, que por supuesto no duda en avalar esta avanzada del empresariado en la zona.

La “resistencia” por arriba de los jerarcas sindicales
No obstante, a nivel nacional la respuesta de parte de las burocracias sindicales ha sido tenue, con alguna declaración de molestia en algunos casos, o medidas de fuerza restringidas al sector y por poco tiempo, en otros. Como sucede con todos los cambios de gestión en el Estado Nacional, se pueden observar claramente algunos reacomodamientos en las direcciones sindicales a la vez que nuevas estrategias de alianzas se entretejen entre las diferentes fuerzas. Tampoco debemos, y como hace más de medio siglo, dejar de relacionar este reacomodamiento de las burocracias gremiales con lo que suceda a la interna del peronismo, tanto dentro como fuera del Partido Justicialista.
Dentro de estos reacomodamientos, el macrismo estaría llevando a cabo una estrategia en la que se estarían enmarcandoándose la mayoría de los jerarcas sindicales. El objetivo del gobierno sería el de unificar las tres CGT (que se llevaría a cabo el próximo 22 de Agosto) para poder tener mayor capacidad de negociación con una sola interlocución sindical, a la que le sería a su vez más dificultoso llevar a cabo un consenso para tomar medidas de fuerza de gran envergadura.
En consonancia con la que parecería ser la estrategia del gobierno, los “gordos” están más preocupados por agilizar la devolución de los 28.000 mil millones de pesos correspondientes a la recaudación del sistema de obras sociales, y por comenzar a cajonear las diferentes causas judiciales en su contra, que por salir a enfrentar con paros generales esta brutal oleada de ajuste generalizado. En este sentido el gobierno nacional designó a Luis Scervino –mano derecha de José Luis Lingieri de Obras Sanitarias- como nuevo titular de la Superintendencia de Servicios de Salud, ente recaudador de esos fondos codiciados.
Sumado a lo anterior, como muestra de cooperación, los jerarcas sindicales dieron de alguna manera el visto bueno a las primeras medidas antipopulares del gobierno. No solo fue notorio el apoyo de Lingieri y Roberto Fernández (de la UTA) a los tarifazos en el agua y el transporte respectivamente, sino también fue escandaloso el absoluto silencio de Andrés Rodríguez de UPCN ante la ola de despidos de empleados Estatales. En esto último hasta Hugo Moyano respaldó la persecución de los llamados “ñoquis”.
Por último, para completar ese nivel de sujeción al nuevo gobierno y a la institucionalidad estatal, debemos destacar la estrategia de las burocracias de canalizar las demandas del sector a través de un bloque propio de “diputados sindicales” -es decir viejos burócratas devenidos en políticos, entre los que sobresalen Facundo Moyano (de Peajes) y Omar Plaini (de Canillitas)- en lugar de apostar a medidas de fuerza para conseguir las reivindicaciones. El resultado negativo de esto ya se evidenció en la imposibilidad establecer leyes para anular el impuesto al salario o para imponer una doble indemnización como modo de mitigar la ola de despidos.


La Resistencia por abajo, en la calle y apostando a la multisectorialidad
Pero más allá de la transa por arriba, la presión de las bases ante el agravamiento de las condiciones laborales ya se está empezando sentir y es algo que posiblemente desborde el planteo institucionalista y servil de las jerarquías sindicales. Una muestra de este desborde se dio en el sector público donde las dos CTA (la Autónoma y la kirchnerista) han salido a la calle a intentar poner un freno a la oleada de despidos y al mismo tiempo no descuidar el techo paritario. Así sucedió el pasado 24 de Febrero y 19 de Abril, durante el paro de ATE, con medidas de fuerza cuya amplia convocatoria y multisectorialidad canalizaron el descontento de clase que emerge ante la rudeza del ajuste. Además se vienen llevando a cabo luchas puntuales en diferentes dependencias estatales contra los despidos. Lamentablemente solo en algunas de ellas se ha podido lograr la reincorporación.
En misma sintonía de lucha que los estatales, los docentes de todo el país pudieron llevar a cabo un contundente paro nacional el pasado 4 de Abril en apoyo a los conflictos en las provincias en conflicto por paritarias, y contra los intentos de impunidad en la causa por el asesinato al maestro Fuentealba.
En algunas regiones ya se están dando esos desbordes en el reclamo y la lucha de las bases, marcando mayores niveles de combatividad en el marco de una estrategia de multisectorialidad. Uno de los más emblemáticos se viene llevando a cabo en Tierra del Fuego, provincia gobernada por Rosana Bertone del FPV, donde estatales, docentes, judiciales, bancarios y portuarios acampan en pleno centro de Ushuaia al mismo tiempo que realizan cortes periódicos en los accesos. El alto nivel de conflictividad busca la derogación de un paquete de leyes de recortes salariales y retrocesos en el régimen jubilatorio.
Santa Cruz es otra provincia “desbordada”, donde trabajadores de la construcción, mineros, docentes, estatales y judiciales se encuentran llevando a cabo huelgas, movilizaciones y piquetes en resistencia al ajuste impulsado por Alicia Kirchner y las principales empresas establecidas en la provincia donde gobierna el kirchnerismo desde hace décadas.
En Santiago del Estero el ejecutivo provincial a cargo de la radical K, Claudia Ledesma Abdala, comenzó hace meses una persecución gremial a los/as docentes que se encuentran en conflicto por paritarias. Durante las masivas movilizaciones de más de 12 mil personas, donde confluyeron diferentes sectores que se solidarizaron, la policía ingresó a las escuelas para realizar una nómina de huelguistas y entregarla a las autoridades. En una de esas movilizaciones la brutal represión terminó con decenas de heridos y 2 docentes judicializados.
En Mendoza, trabajadores del juego junto a estatales organizados en ATE, en pie de lucha contra los despidos impulsados por el ejecutivo provincial, sufrieron la represión por parte de las patotas enviadas por el gobernador radical de Cambiemos Alfredo Cornejo.
Estos son ejemplos claros de la importancia que va adquiriendo la organización de los trabajadores frente a una coyuntura tan adversa, donde la resistencia se va construyendo de forma organizada y desde la multisectorialidad. Desde ya los/as anarquistas debemos apostar fuertemente en cada lugar de trabajo a la unidad de esa resistencia que se va gestando, promoviendo activamente la organización de base, la democracia directa, la acción directa y la solidaridad de clase, no solo como forma de llegar a nuestras reivindicaciones sino como estrategia visible de empoderamiento de los de abajo.
Contrarrestar esta oleada de despidos y suspensiones, rechazar mayores niveles flexibilización y precarización laboral, lograr saltar el techo paritario como forma de recomposición salarial, conseguir la estabilidad laboral de todos/as los/as trabajadores/as en situación irregular, lograr la eliminación del impuesto al salario y defender el derecho a huelga y las negociaciones colectivas entre otras conquistas adquiridas al calor de las luchas obreras son algunas de las reivindicaciones que tenemos que llevar adelante para impulsar la resistencia desde las organizaciones de los/as trabajadores/as. De este modo, con dureza y convicción marcamos lo que intentamos transmitir en nuestras consignas de lucha,  que frente a la profundización del ajuste y la represión, “el límite lo ponemos luchando”. -Estratégicamente es de suma importancia ir adquiriendo mayores niveles de libertad sindical e independencia de clase para no quedar rehenes de las burocracias sindicales, las patronales, los gobiernos y los diferentes partidos políticos que por izquierda o por derecha se arrogan el derecho a la representación de la clase oprimida. Por este camino apostamos a la construcción de un sindicalismo combativo y clasista, impulsado por las organizaciones sindicales de base, con activa participación y empoderamiento de los/as trabajadores/as.



Un futuro libertario se construye desde las montañas del sureste mexicano...

A la hora de analizar los procesos de resistencias más importantes de esta etapa ineludiblemente debemos hacer referencia a la experiencia zapatista. El 1° de Enero de 1994 se hacía visible al mundo la existencia, en el Estado de Chiapas, de una organización que prontamente pasará a ser referencia obligada para grandes sectores en resistencia de todo el continente. El levantamiento zapatista no nace de la nada, ni siquiera de la acción del grupo guerrillero que se instala allí a mediados de los ‘80, sino que expresa un largo proceso de décadas de luchas sociales que politizaron y organizaron a grandes sectores indígenas de la región de Chiapas.

Hoy a más de 20 años de su levantamiento, nos proponemos hacer una aproximación a esta experiencia organizativa que establece un control territorial sin recurrir a un Estado y que se enraiza en las prácticas de las comunidades indígenas que desde hace cientos de años resisten en ese territorio, recuperando una parte importante de sus costumbres, sabidurías y cosmovisiones. Creando una forma organizativa que tiene en la autogestión, el autogobierno y la autonomía algunos de sus pilares fundamentales, buscando herramientas para trabajar de abajo hacia arriba, poniendo el acento en la democracia de base y en la organización federalista.

Los Municipios Autónomos Zapatistas representan en la actualidad un sistema organizativo federalista en donde sus comunidades desarrollan estructuras administrativas democráticas para la vida social en la región, teniendo en cuenta la propia relación entre las comunidades, la relación de éstas con el EZLN y la con el mundo exterior. Largo fue el camino que llevó a que en 2003 se formasen los Caracoles y las Juntas del Buen Gobierno, lo que significó la consolidación territorial de una forma autónoma de ejercer el autogobierno en las comunidades.

Desde nuestra perspectiva, el proceso zapatista viene dando muestras claras de ser un proyecto genuino de transición hacia una sociedad libertaria, como se observa ya en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona en 2005 donde el EZLN como ejército admite que no debe seguir siendo portavoz de los Municipios Autónomos ya que “…su parte político-militar se estaba metiendo en las decisiones que le tocaban a las autoridades democráticas”.  En las comunidades zapatistas con el correr de los años se ha instaurado la lógica de la responsabilidad colectiva para cubrir las necesidades colectivas, fundando sus propias instituciones, que se encuentran por fuera de la estatalidad, lo que expresa el avance de las comunidades autónomas y autogestionadas en materias políticas y económicas, encargándose de dar respuesta a las necesidades de educación, salud, vivienda y alimentación.

La actualidad del proceso tiene que ser vista como una construcción dinámica que fue transformándose sobre la marcha y cuyo mayor logro fue aprender a no estar atado a proyectos deterministas que condicionen sus puntos de llegada. En este sentido, uno de los rasgos más sustanciosos del zapatismo a lo largo de su existencia es su capacidad imaginativa para repensar conceptos políticos y sociales desde su propia realidad en pleno movimiento.
“La virtud de esta organización está en reconocer que no tenía respuesta y que debía aprender. Ésa es la primera derrota del EZLN, la más importante y la que lo marcará de ahí en adelante… Y ahí se empieza a dar el proceso de transformación del EZLN, de un ejército de vanguardia revolucionaria a un ejército de las comunidades indígenas, un ejército que es parte  de un movimiento indígena de resistencia, dentro de otras formas de lucha.”
Otro factor a resaltar en el zapatismo es en el campo de las relaciones de género, donde se evidencia la importante participación de las mujeres en todos los momentos de su historia. Por un lado, la presencia de mujeres entre sus referentes de la guerrilla contrasta con otras experiencias latinoamericanas. Pero mucho más, la inclusión de las demandas de género dentro de las reivindicaciones principales, se remonta “al primer levantamiento zapatista” cuando en 1993 se construye la Ley Revolucionaria de Mujeres como herramienta anti-patriarcal para problematizar la particular situación de las compañeras dentro del EZLN y las comunidades. En palabras del subcomandante Galeano ya van “tres generaciones de rebeldes zapatistas, no sólo contra el sistema, también contra nosotros…varones zapatistas.”

La resistencia frente a los embates del gobierno provincial de Chiapas y el estado nacional mexicano viene siendo sin dudas un ejemplo de lucha revolucionaria y coherencia ideológica con el paso del tiempo. Como los/as mismos/as zapatistas remarcan en el aniversario del comienzo de la guerra este pasado 1 de enero de 2016:
“En medio de las grandes amenazas, de los hostigamientos militares y paramilitares, y las constantes provocaciones del mal gobierno, empezamos a formar nuestro propio sistema de gobernar, nuestra autonomía, con nuestra propia educación, nuestra propia salud, nuestra propia comunicación, nuestra forma de cuidar y trabajar a nuestra madre tierra; nuestra propia política como pueblo y nuestra propia ideología de cómo queremos vivir como pueblos, con otra cultura.
Donde otras, otros esperan que desde arriba se solucionará lo de abajo; nosotras, nosotros, zapatistas, empezamos a construir nuestra libertad como se siembra, cómo se construye, como se crece, es decir, desde abajo.”
Este comunicado, como muchos otros, dan cuenta de una activa política de propaganda y difusión de grandes proporciones lo que ha llevado a referenciar la firmeza y perseverancia de sus luchas y la búsqueda constante de nuevas formas de organización anti-jerárquicas, marcando sin dudas una referencia actual de construcción de poder popular.

Los veintidós años del levantamiento zapatista son un gran ejemplo de resistencia en el marco del capitalismo neoliberal, un proceso que deja un saldo organizativo en las comunidades indígenas de Chiapas que nos permiten hablar de una prefiguración de otro tipo de organización de la sociedad. Los rasgos libertarios, anti-estatistas y federalistas de esta construcción lo vuelven una referencia obligada para todas/os los anarquistas que buscamos destruir a este sistema de dominación capitalista y construir una sociedad autogestionaria.


Extracto de la Declaración del Subcomandante Insurgente Moisés. “SOBRE LAS ELECCIONES: ORGANIZARSE”
Abril del 2015.
[...]
Cierto que apenas llevamos 20 años que estamos caminando con elegir nuestras autoridades autónomas, con democracia verdadera. Con eso hemos caminado, con la Libertad que conquistamos y con la otra Justicia del pueblo organizado. Donde se involucran los miles de mujeres y de hombres para elegir. Donde todas y todos quedan de acuerdo y se organizan para su vigilancia que cumplan su mandato de los pueblos. Donde los pueblos se organizan para ver cuál va ser sus trabajos de los autoridades.
O sea cómo manda el pueblo a su gobierno.
Los pueblos se organizan en asambleas, donde empiezan a opinar y de ahí empiezan a salir las propuestas y las estudian las propuestas, sus ventajas y desventajas, y las analizan cuál es las mejor. Y antes de decidir las llevan a todos los pueblos para su aprobación y vuelta la asamblea para la toma de decisión según la mayoría de la decisión de los pueblos.
Ésta es ya la vida zapatista en los pueblos. Ya es una cultura de verdad.
¿Les parece que es muy lento? Por eso decimos que es según nuestro calendario.
¿Les parece que es porque somos pueblos originarios? Por eso decimos que es según nuestra geografía.
Cierto que hemos tenido muchos errores, muchas fallas. Cierto que tendremos más.
Pero son nuestras fallas.
Nosotr@s las cometemos. Nosotr@s las pagamos.
No como en los partidistas que los dirigentes hacen la falla y además cobran, y los de abajo son los que la pagan.
Por eso de lo que viene de elecciones en el mes de junio, ni nos va, ni nos viene.
Ni llamamos a votar, ni llamamos a no votar. No nos interesa.
Es más, ni nos preocupa.
A nosotras, nosotros, zapatistas, lo que nos interesa es conocer más de cómo resistimos y enfrentamos las muchas cabezas del sistema capitalista que nos explota, nos reprime, nos desprecia y nos roba.
Porque no es sólo por un lado y de una forma que el capitalismo oprime. Oprime si mujer. Oprime si empleado. Oprime si obrero. Oprime si campesino. Oprime si joven. Oprime si niña o niño. Oprime si maestro. Oprime si estudiante. Oprime si artista. Oprime si piensas. Oprime si eres humano, o planta, o agua, o tierra, o aire, o animal.
No importa qué tanto lo perfumen y laven, el sistema capitalista “chorrea sangre y lodo, por todos los poros, desde la cabeza hasta los pies” (ahí lo vean quién lo escribió así y dónde).

En resumen: como dijimos antes, como decimos ahora: votes o no votes, organízate.
Y pues nosotras, nosotros, zapatistas, pensamos que hay que tener buen pensamiento para organizarnos. O sea que se necesita la teoría, el pensamiento crítico.
Con el pensamiento crítico lo analizamos sus modos del enemigo, de quien nos oprime, nos explota, nos reprime, nos desprecia, nos roba.
Pero también con el pensamiento crítico vamos viendo cómo es nuestro camino, cómo son nuestros pasos.
Por eso estamos llamando a toda la Sexta para que hagan reuniones de pensamiento, de análisis, de teoría, de cómo ven su mundo, su lucha, su historia.
Los llamamos a que hagan sus propios semilleros y nos compartan lo que ahí siembren.
Nosotr@s como zapatistas vamos a seguir como ya estamos gobernándonos con el pueblo manda y gobierno obedece.
Como dicen las y los compañeros zapatistas: Hay lum tujbil vitil ayotik. Quiere decir: está muy bonito como estamos.
Otra: Nunca ya kikitaybajtic bitilon zapatista. Quiere decir: nunca nos dejaremos de ser zapatista.
Una más: Jatoj kalal yax chamon te yax voon sok viil zapatista. Quiere decir: Hasta que me muera pero aun llevo mi nombre de ser zapatista.
Desde las montañas del sureste mexicano.
A nombre de todo el EZLN, de los hombres, mujeres, niños y ancianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Moisés.
México, Abril-Mayo del 2015.



Histórico: Mártires de Chicago

Un 29 de abril de 1886, apenas pasados 20 años de la abolición formal de la esclavitud en Estados Unidos, los periódicos dejaban ver el miedo. Todos de acuerdo en una cuestión muy particular para la época. “Las huelgas para obligar al cumplimiento de las ocho horas pueden hacer mucho para paralizar nuestra industria, disminuir el comercio y frenar la renaciente prosperidad de nuestra nación, pero no lograrán su objetivo.” Manifestaba el New York Times, por ejemplo. No era para menos, se esperaba una masiva huelga a pesar del gobierno y las patronales.
Chicago era el epicentro de la bronca. Las injusticias sociales eran aún más profundas que en el resto del país, con jornadas de hasta 18 horas y miles de niños y niñas haciendo trabajo pesado. Cuestión de tiempo para que las penurias de los/as de abajo se transformaran en problemas para los de arriba. Bastaba apenas organizarse, se hacía prudente defenderse de las bandas armadas de rompehuelgas y carneros que reprimían el ejercicio de las luchas populares, el agotamiento aquél sumado a las ideas que desembarcaban de la mano de los inmigrantes europeos, muchos de los cuáles ya habían participado en huelgas y manifestaciones, fueron quienes forjaron el razonable miedo que invadía a los privilegiados.
En un intento por calmar la crisis social que se avecinaba, se promulga una ley que limitaría la jornada laboral a 8 horas. Jamás pasó de ser un artilugio para engañar a la población, pues las condiciones laborales en nada mejoraban, las jornadas seguían superando largamente las 8 horas, las bandas armadas seguían obrando a gusto y por supuesto, los anarquistas no descansaban impulsando la organización entorno a las reivindicaciones propias de nuestra clase. Con ley de por medio, la prensa seguía cargando contra los/as luchadores/as, identificando claramente a los libertarios como “lunáticos” por los  “exagerados” reclamos que intentaban llevar adelante. Así fue cuestión de tiempo para que el estallido retumbara al mundo entero. El 1° de mayo de 1886 comienza una durísima huelga, que se da en las peores circunstancias. Ese día por sobre todos los anteriores, la policía y las bandas armadas intentaban amedrentar y provocaban a los trabajadores. Se vivía una disputa territorial en las calles y el desenlace sería terriblemente doloroso. La clase dominante dejaba bien claro de qué manera pensaba resolver las demandas, ese primer día de mayo dejó un saldo de varios heridos y muertos.
La huelga y la violencia se acentúan.
Para el 2 de mayo, lejos de lograr disolver la huelga, los problemas crecen. Es habitual que las fuerzas policiales sean quienes defienden, en primera instancia, las propiedades de los explotadores, como sucedió aquel día en la puerta de la empresa McCormick. Era una de las pocas que continuaba trabajando gracias a los carneros, a pesar de estar sus trabajadores en huelga desde mediados de febrero del mismo año. Esto llevó a los huelguistas a entrar en la fábrica para detener la producción y enfrentarse directamente con los rompehuelgas que terminaban su turno. Habitual hoy como ayer, la represión policial a quemarropa se llevaría a seis trabajadores y dejaría decenas de heridos nuevamente. Se convocaba para una manifestación para la tarde siguiente.
Después de tres días de represión y desprestigio hacia los huelguistas, se lanza una represión feroz que deja, por cuarto día consecutivo, muertos y centenares de heridos. En medio del tumulto un artefacto explosivo termina con la vida de varios policías que participaban de la cruel arremetida, lo que daría lugar a detenciones arbitrarias, secuestros y torturas.
En junio del mismo año comenzaría un juicio que ya tenía sentencia desde sus inicios. La condena ya había sido promulgada por la prensa burguesa que hacía hincapié en la condición de “extranjeros” de ocho trabajadores de filiación anarquista, acusándolos también de “enemigos de la patria y el orden establecido”. Sin prueba alguna, cincos de ellos son condenados a  la horca y los tres restantes a prisión.
Fueron los compañeros Adolf Fischer, George Engel, August Spies y Albert Parsons quienes el 11 de noviembre de 1886 fueron asesinados impunemente por la maquinaria legal/represiva/mediática desplegada por la clase dominante durante el conflicto. Así mismo, el compañero Louis Lingg aparece muerto en su celda, quién sería otro de los ejecutados.
A cada uno de ellos les sobró coherencia, eso quedó claro e imborrable para las generaciones venideras. Palabras como las que pronunciara Lingg en el juicio son muestras de claridad y compromiso con la causa de los de abajo: “repito que soy enemigo del orden de hoy y repito que con todas mis fuerzas, mientras tenga aliento para respirar, lo combatiré. Los desprecio. Desprecio su orden, sus leyes, su autoridad apuntalada por la fuerza. Ahórquenme por ello”.
Lingg dejaba en claro que era lo que verdaderamente estaba en disputa en aquellas huelgas: No sólo la conquista inmediata de las 8 horas sino un germen que florecía en toda la clase oprimida, la idea de que el estado y las clases dominantes son obstáculos a superar en pos de la construcción de una nueva sociedad.
Fue claro en esos días que no se estaba sentenciando a esos hombres por la explosión de aquel 4 de mayo, sino como ellos gritaron, los condenaban por ser portadores de ideas peligrosas para el orden de privilegios existentes, era tan claro para ellos como para quienes los señalaron, estaban tratando de matar una idea, una propuesta. Las voces de los mártires recorrían cada rincón de los cinco continentes y ya no pudieron apagaras. Un clamor de justicia recorría las conciencias mientras los explotadores y asesinos se cubrían bajo el manto del estado.
El legado
Para finales de ese mayo combativo, muchos patrones ya habían cedido a las exigencias de los huelguistas, una clara derrota. A pesar de los asesinatos cometidos, la tortura, la manipulación mediática y el miedo, a partir de aquella gesta millones de trabajadores se sumaron a las filas de los sindicatos en busca de nuevas conquistas. Así lo expresaban los sindicatos en Estados Unidos: "Jamás en la historia de este país ha habido un levantamiento tan general entre las masas industriales. El deseo de una disminución de la jornada de trabajo ha impulsado a millones de trabajadores a afiliarse a las organizaciones existentes, cuando hasta ahora habían permanecido indiferentes a la agitación sindical."
130 años después de los sucesos de Haymarket, seguimos resistiendo al capitalismo, rebuscándonos para crear las herramientas que necesitamos para retomar el camino de nuestros compañeros caídos. Duro es el sendero que han transitado los Mártires de Chicago, su vida ofrendaron para decir una verdad que perdurará en el tiempo. A tantos años podemos también tener claridad al afirmar que las organizaciones obreras, deben ser recuperadas para estar a disposición de las necesidades de la clase que las componen, que para eso fueron creadas y sostenidas con dolor y sangre. Sobran ejemplos para poder afirmar que es posible, al menos, empezar a caminar en ese sentido. Suenan cadenas en Latinoamérica porque nos estamos moviendo, nos estamos encontrando de norte a sur de este dolorido continente.

...salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: «la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable...


José Martí


Voluntad Nª1


Editorial
“La experiencia de una voluntad capaz de producir efectos nuevos, independientes de las leyes mecánicas de la naturaleza, es un presupuesto necesario para aquellos que sostienen que es posible reformar la sociedad. Para ir hacia un estado de sociedad sin gobierno(..), es preciso entonces pensarlo y quererlo.”
Errico Malatesta
“…más que la historia de un sistema cerrado, fruto de las disquisiciones de los economistas burgueses o de una dinámica exclusiva, el capitalismo es también lo que los explotados y oprimidos le hemos permitido que fuera. Es por ello que contra las leyes del fatalismo y el determinismo histórico, los anarquistas reivindicamos el sentido de la voluntad, de la acción, de la conciencia individual y colectiva de los oprimidos.”
Declaración de Principios FAU
Transcurridos ya 7 años desde la fundación de nuestra organización política, allá por noviembre de 2008, y transcurrido menos de un año de nuestro primer congreso donde nos constituimos como Federación, adoptando de forma más clara el federalismo como metodología organizativa y al especifismo como corriente del anarquismo, damos un paso más en la batalla contra los de arriba y con un enorme esfuerzo sacamos adelante esta publicación que damos en llamar Voluntad.
El nombre ha sido elegido en clara referencia al periódico “Volontà” que editó Errico Malatesta en 1913 y también, como referencia más cercana, así se ha llamado el primer periódico editado por la FAU (Federación Anarquista Uruguaya), en sus primeros años de existencia. Como aquellos, también elegimos el nombre, en alusión a la categoría Teórico/ideológica Voluntad, que es retomada de Malatesta, y que pone de manifiesto que en esta sociedad no está todo dicho, que no existen estructuras determinantes que definan, a priori, nuestro futuro como clase, sino que el capitalismo y la dominación en general son también lo que nosotros/as les dejamos que sean. Entonces, nuestro análisis de la realidad estará siempre puesto en el resultado del conflicto de las distintas fuerzas sociales que componen esta sociedad, y que se mueven y se confrontan en función de una diversidad de factores, pero cuyo resultado no está predeterminado ya que la acción humana, las voluntades que circulan por esas fuerzas son importantísimas para definir cuál es y cuál será la orientación ideológica de un proceso histórico.
Aun así, con ésto no queremos decir que la cuestión de la lucha de clases se resuelve solo a nivel de voluntad, porque en ese caso, seríamos voluntaristas. Reconocemos que existen estructuras sociales que configuran distintas esferas (política/jurídico/militar, económica, cultural/ideológica) y que condicionan en mayor o menor medida nuestra práctica, definiendo momentos, coyunturas, etapas históricas así como formaciones sociales concretas en donde a la voluntad habrá que sumarle herramientas teóricas para analizar la realidad, estratégicas y programáticas para organizar nuestras fuerzas, e ideológicas que orienten y respalden nuestra acción transformadora.
El objetivo de esta publicación es el de poder ampliar nuestra voz, e incorporarle a nuestra práctica cotidiana en los niveles social y político una herramienta más que sirva para el debate y la difusión de nuestras ideas/prácticas. Que pueda además promover la organización, la acción directa y la autogestión a todos los niveles, invitando a quienes la lean a poner en marcha una reflexión y una acción, que aporte a lucha cotidiana de los/as oprimidos/as por liberarse de la dominación de los de arriba. Ya que como decíamos en nuestro primer congreso, “la vigencia de las ideas y objetivos anarquistas encuentra sentido en el campo popular… y requiere de un esfuerzo creativo para multiplicar, trasmitir, sistematizar y visibilizar la fuerza de estas ideas y prácticas y de su potencial revolucionario.”
POR LA DESTRUCCION DEL SISTEMA DE DOMINACION CAPITALISTA!!! POR LA CONSTRUCCION DE UNA SOCIEDAD AUTOGESTIONARIA!!! CONTRA LA CLASE DOMINANTE ANARQUISMO MILITANTE!!! VIVA LA ANARQUIA!!!

Coyuntura:
¿Estamos camino hacia otro momento político en la región?
En este artículo tenemos la intención de marcar continuidades y virajes respecto de lo que veníamos analizando en relación a esta etapa histórica en el país, que como manifestábamos en el documento “Aportes para un análisis de la etapa histórica actual” [1], se inserta en un esquema de dominación regional con un fuerte protagonismo de lo que se denominó “Socialismo del siglo XXI”.
Entonces, solo para contextualizar el análisis local, podemos decir que el “Socialismo del siglo XXI”,  que configuró una modalidad de poder de dominación acorde al momento histórico y supo articular fuerzas sociales capaces de sostenerlo y hacerlo posible, muestra a groso modo signos de desgaste, incluso hay analistas que ya hablan de un “fin de ciclo de los gobiernos progresistas”. Los factores que marcan ese “desgaste”, tienen explicaciones tanto locales como internacionales, y se dan de manera distinta en cada país, pero en líneas generales la bruma de la retórica socialista ya no puede ocultar con efectividad el trasfondo de esos proyectos: modelos extractivistas, con una fuerte presencia estatal dispuesta a la represión, el control social y a la cooptación de gremios y organizaciones, sostenidas por la figura simbólico/política, de larga data,  del caudillo. Paralelamente a este “desgaste”, se fue generando una oposición política a estos gobiernos, que adoptó también modismos populistas, al punto tal, , de no diferenciarse en gran medida de las propuestas enmarcadas en los proyectos “nacionales y populares”, como sucedió en este país. Estas oposiciones vienen dando batalla en distintos ámbitos, a veces con herramientas menos respetuosas de las reglas democráticas burguesas. Pero en el caso de Argentina han sabido vencer en el plano electoral.
Tal vez, esbozando una hipótesis más aventurada, podemos decir que hay sectores de la clase dominante que ya no ven la necesidad de sostener proyectos vinculados al “socialismo del siglo XXI” al haber pasado tanto tiempo desde las irrupciones populares que le dieron sustento político simbólico y discursivo, sumado a otros factores, como el económico que hacen oportunos roles más duros en la comandancia de los estados, para sostener la tasa de ganancia y continuar garantizando la gobernabilidad.
En la Argentina este desgaste se expresó en un hecho bisagra, la pérdida de poder institucional del kirchnerismo después de las elecciones primarias fue de una magnitud tal que su repliegue llegó hasta Santa Cruz, su lugar de origen. Ésto desató al interior de ese sector un proceso de disputa y reorganización, que marca el fin de su hegemonía política.
Los distintos proyectos que se disputaban electoramente, el control institucional del estado estaban desdibujados en sus diferencias al punto de ser irreconocibles uno de otro. Este proceso  se vio en primer lugar dentro del Kirchnerismo, donde la yuxtaposición de elementos que lo configuraban, se modificó dándole más protagonismo a los sectores del PJ tradicional  que habían pasado a la ofensiva, mientras que el ala que no se identifica orgánicamente con el PJ tradicional y se autoreferencia mediante una simbología de izquierda se encontraba replegada.
Incluso dentro del Kirchnerismo las fronteras entre ambos sectores estaban más que desdibujadas, ya que aquellos “jóvenes entusiastas dispuestos a renovar la política”, se refugiarían en la comodidad de los ministerios que prometía crearle Scioli, y también en los puestos que aseguraba darle un asesino anti-pueblo, emblema del pejotismo, y representante político del poder mafioso como es Aníbal Fernández en el gabinete de gobierno de la provincia de Buenos Aires. Esto, si bien no significa un cambio de importancia, habilita a nivel discursivo y simbólico mayor margen de acción para el despliegue de medidas de represión y de ajuste. Es decir no hubo un giro en las políticas del Kirchnerismo, sino más bien un realce de otros elementos que siempre existieron en esa construcción. A la inversa el frente creado por Macri, dio señales de continuidad con los aspectos asistencialistas del gobierno, inauguró la primer estatua de Perón en la ciudad de Buenos Aires junto con burócratas sindicales,  y se reunión con Félix Díaz, en el acampe de la comunidad qom, que se realizaba en la avenida 9 de julio. El resultado fue la licuación de las distintas propuestas electorales en una: el ajuste y la represión, eso sí envasada de distintas maneras.
La oportunista dicotomización política que se quiso instalar desde el Kirchnerismo y grupos afines, en el período de campaña durante el ballotage, oponiendo dos modelos: el del Sciolismo que encarnaba “la posibilidad de sostener las conquistas sociales obtenidas en el proceso Kirchnerista” y el de Macri como una vuelta automática al esquema privatizador clásico del neoliberalismo fue una cortina de humo politiquero que oculta el saldo real de esta década para los/las de debajo. Así, el escenario en la Argentina, que surge como saldo de la llamada “década ganada”, nos presenta una situación de agravamiento de las condiciones de vida para los/las de abajo,  que viene a consolidar la modalidad de precariedad de la vida, propia del neoliberalismo, que venimos manifestando en nuestros distintos análisis y declaraciones. A esto se le suma un refuerzo del control social y la represión, también como expresión de esta fase del neoliberalismo.

En lo que hace a lo represivo, el aumento de los casos de gatillo fácil, de la mano del proyecto importado de Colombia y México de las policías locales/comunitarias que inundan las calles de los barrios, la inauguración de la represión en el XXX Encuentro Nacional de Mujeres en coordinación con grupos de ultra-derecha, el asesinato del militante social chaqueño Ángel Verón, la represión en Famatina y en Jachal, la estrategia electoral de todos los candidatos, basada en un llamado a mayores penas, más cárceles, y a la intervención del ejército en la seguridad interior, dan cuenta de esto. En Santa Fe el resultado es escalofriante, ya que se han multiplicado los casos de desaparición forzada de personas por parte de las fuerzas represivas del estado, y ha sido la policía la que encabeza el ranking de asesinatos en la provincia. Es decir ha muerto más gente en manos de la policía que por los casos de la llamada “inseguridad”, donde por otra parte, ha quedado demostrado en más de una ocasión que la policía también interviene. Otra manifestación se da en la creciente violencia social, que se ve por ejemplo en un aumento de casos de linchamientos a “delincuentes”, y su clara estimulación por parte de los medios de comunicación.
El advenimiento de mayor conservadurismo, se manifestó también en la mención de Scioli en referencia al aborto y a la legalización de la marihuana, pronunciándose en contra de ambas, con el santo aval del “papa argentino”, Macri por su parte, ya es sabido tiene dentro de su armado a sectores ultra católicos, pro-vida, como Abel Albino quien escribió el libro “Gobernar es Poblar” en contra de la anticoncepción, la promiscuidad, “uniones contra natura”, etc.
Desde abajo, sin embargo, es bien distinta la cuestión ya que en este año la movilización del 3 de junio que se realizó en todo el país  con la consigna “ni una menos”, ha sido de dimensiones históricas, sumado a que en la realización del XXX Encuentro Nacional de Mujeres se contó con la presencia de 65000 mujeres, demostrando que es por abajo donde se abren caminos en torno a la libertad de las mujeres ,lesbianas, gays y trans, y es el empeño de los sectores dominantes en mantener los privilegios patriarcales  el que pone freno a este avance.
Era el Sciolismo el principal heredero del entramado de poder del Kirchnerismo, compuesto por el control territorial de feudos provinciales, barones del Conurbano, burócratas sindicales, sumado a las organizaciones Kircheristas puras. Pero lo electoral ha presentado cierta autonomía de las estructuras de poder que dan “gobernabilidad” a los gobiernos, sumado a que Macri se ha animado en un hecho de audacia política, incluso a disputar esa estructura. Dejando por fuera a las organizaciones Kirchneristas, podría decirse que este entramado implica la posibilidad de gobernabilidad real del país, y todo proyecto de dominación que aspire al control de las instituciones del estado deberá apuntar a construir fuerzas sociales que involucren estos elementos. Esto explica el grado de movilidad que han tenido estos actores entre los distintos proyectos que se disputan el control institucional del estado, dejando claro que no existen diferencias políticas reales, sino más bien, un pragmatismo explícito en pos de una voluntad de dominación. Entendemos que muy probablemente existan algunos de estos actores que gradualmente vayan acomodándose al nuevo gobierno, algo de esto se vio con Moyano y la reunión de burócratas sindicales, que generaron su plataforma de “reivindicaciones sindicales” para adaptarse a cualquier resultado electoral.
Las elecciones, entendidas como mecanismo de dominación en sí mismo y como herramienta de los de arriba para resolver sus disputas, han mostrado la continuidad de la herida inflijida allá por el 2001 que sufren las instituciones representativas. Lo cual se expresó en la cantidad de votos en blanco, impugnaciones y ausentismo que se dieron durante las PASO. También en el discurso abiertamente marketinero y post-ideológico de los candidatos que tuvo su expresión más definida en la campaña de Macri. Por abajo se manifestó en la cantidad de movilizaciones populares que se dieron en Tucumán alrededor del fraude electoral, pero en el que se expresaba, aunque no de forma generalizada, un descontento con el régimen feudal tucumano y con toda la clase política, incluso llegándose a escuchar en los cánticos aquel “que se vayan todos” que inundó las plazas de todo el país en el 2001.
En lo económico, el viento a favor a nivel internacional,  que con algunos vaivenes había caracterizado la inserción económica del país en el mundo, presenta una situación bastante distinta por lo cual algunos economistas ya hablan de viento de cola, para describirlo. La devaluación y el desaceleramiento de la economía china, la recesión en Brasil -principales socios comerciales del país-, y la disminución del precio internacional de la soja y de otros commodities en el marco de una economía primarizada, son algunos factores que agravan la inestabilidad del empleo en ciertos sectores vinculados a la metalúrgica y las automotrices y complejiza aún más la situación monetaria ante la necesidad del respaldo en dólares que necesita la moneda local, y que se suma al vaciamiento que se hizo a las reservas del Banco Central. Es así que todo proyecto de dominación que aspire al control institucional del estado deberá habilitar los medios políticos y sociales para hacer posible la tan mentada “entrada de dólares al país”. Lo que significa promover la entrada de inversiones, y habilitar la posibilidad de endeudamiento externo.
Para esta situación la receta es siempre la misma, mayor explotación para los/las de abajo, saqueo de los bienes comunes y aumento de la presencia de proyectos imperialistas. Para evidenciar esta profundización del modelo de ajuste, quedaron a la vista los exponentes económicos de ambos bandos de la interna de la clase dominante en disputa. Viejos referentes del neoliberalismo como Miguel Bein, Mario Blejer y Gustavo Marangoni han intentado mostrarse como alternativa a otros economistas ortodoxos macristas como Carlos Melconian, Federico Sturzenegger y Alfonso Prat Gay entre otros.
Cuando hablamos de profundización del ajuste, nos remitimos a la herencia del modelo kirchnerista que se ha expresado claramente los últimos años de la “década ganada”. A través dela creciente ola de suspensiones y despidos en diferentes ramas de la industria, los servicios y las telecomunicaciones, se comenzó a exhibir un mayor impacto generado principalmente en el sector metalmecánico y metalúrgico, bastiones de la propaganda neodesarrollista del kirchnerismo. La caída en la producción local de estos sectores generó inmediatamente un pacto entre el estado, el empresariado y las burocracias sindicales para ajustar por el lado de los trabajadores sin la generación de conflictividad. Si bien el reclamo y la presión de los obreros del sector obligaron a las conducciones de UOM y SMATA a reconocer una cifra mayor a 15 mil suspensiones y miles de despidos en plantas ubicadas en las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe, San Luis y Tierra del Fuego, el recorte patronal, abalado por el pacto de los de arriba, ha venido avanzando hacia maniobras de anticipo jubilatorio, vacaciones adelantadas y vaciamientos en las distintas empresas del sector. El resultado de esto es un aumento de la desocupación y un traslado de la crisis hacia otros sectores de la economía local.
 Por otro lado, el interés por seguir sosteniendo los proyectos extractivitas en la región se reflejan en hechos paradigmáticos como la defensa de todos los candidatos, de la actividad minera, para tapar y desmovilizar el repudio popular surgido luego de que se descubriera circunstancialmente que la empresa Barrick Gold  derramó 224000 lts de cianuro sobre un río en la provincia de San Juan, sumándose a otros casos denunciados por las organizaciones ambientalistas. Otra gran complejidad que amenaza con agravar la situación económica del país está relacionada con la cuestión del déficit energético, que implica la fuga de divisas para solventarlo, y no existe un plan de corto plazo para solucionarlo, ya que la esperanza de la “Arabia Saudita argentina” en Vaca Muerta, se desploma al ritmo de la caída del precio internacional del petróleo.
Ante este escenario marcado por el ajuste y la represión, para los/las de abajo se hace imprescindible ir articulando nuestras fuerzas en base a la resistencia. Esa articulación implica la ardua tarea de ORGANIZACIÓN en los distintos espacios donde se da la lucha de clases. Organización que tienda a fortalecerse paulatinamente, en función de conquistas y avances por metas reivindicativas de corto plazo, pero en donde se esté llevando adelante una praxis libertaria que pueda ir prefigurando formas de sociabilidad en base a la autogestión, el federalismo, el anarco-feminismo y el anticolonialismo. Para desarrollar esta estrategia consideramos necesario organizarnos  políticamente como anarquistas, para retroalimentar las luchas sociales potenciando la disputa en el plano ideológico, siempre actuando en unidad de acción en base a los lineamientos colectivos que nos orienten en el desarrollo de un proyecto de ruptura revolucionaria.
Las instituciones de la burguesía solo a la burguesía pueden servir
Así resumía la FAU en la década del 70, su posicionamiento frente al estado, y en la actualidad, en este contexto esa frase está más vigente que nunca. Es importante, entonces, seguir reforzando, la importancia de construir un proyecto estratégico de transformación social, que tenga claridad en referencia al estado como institución de dominación. Ante el fracaso de proyectos políticos que ponen al estado, de manera más o menos táctica o más o menos estratégica, como espacio disputable o  instrumento apto para las trasformaciones en sentido socialista, como anarquistas pensamos que es oportuno realzar el carácter anti-estatista de nuestras construcciones y de nuestra visión, y visibilizar con mayor intensidad la creación de todo tipo de organización social que pueda ir creando formas de sociabilidad autogestiva en disputa con la dominación estatal.
La respuesta de las distintas organizaciones de izquierda ha sido disímil. Algunos sectores provenientes del trotskismo, en su mayoría enrolados en el FIT, si bien en los últimos años han tenido un importante despliegue en diferentes conflictos obreros, continúan evidenciando una priorización en su estrategia de apostar todos los recursos militantes en la disputa democrático-burguesa electoralista, en la que los sectores dominantes como hemos visto vienen dirimiendo sus internas, dejando un ínfimo porcentaje de la estructura legislativa a merced de este tipo de fuerzas políticas. De este modo, lo que en un principio era meramente una cuestión táctica se ha transformado en si en un elemento estratégico de las fuerzas políticas trotskistas que, inclusive, utilizan para resolver internas en desmedro de los procesos de organización popular y acción directa desde abajo. En consecuencia el ballotage dejó a estos sectores en una trampa institucional de tener que llamar a no elegir a ninguno de los dos candidatos de la clase dominante, cuando inclusive ambos fueron impuestos por el propio sistema institucional en el que este sector de izquierda apostó la mayoría de los recursos los últimos años.
Otro actor de izquierda que ha evidenciado una consolidación en el viraje estratégico de fondo ha sido el viejo autonomismo -hoy transformado definitivamente en la izquierda pro estatista-. Ya desde el denodado apoyo al chavismo, estos sectores provenientes del autonomismo comenzaron a mostrar síntomas de estatalidad a la hora de pensar la política. Para estos sectores las transformaciones sociales iban a venir en definitiva desde arriba, a medida que se fuera logrando alcanzar ocupar espacios en las instituciones del estado en un contexto de viento a favor hegemonizado por un caudillo popular. Al igual que el trotskismo, la apuesta a esta nueva estrategia insumió al autonomismo un repliegue casi por completo de instancias de construcción de base en pos de la nueva estrategia de convocatoria electoral. A diferencia del trotskismo que priorizó algunos puntos programáticos a la hora de la disputa definitiva entre los dos candidatos de la clase dominante, el viejo autonomismo se posicionó sin titubear ante el supuesto “mal menor”, evidenciando un llamado desesperado a defender esa “nueva herramienta de transformación” denominada Elecciones, la misma que posibilita de manera contundente el acceso al poder de nuevos sectores reaccionarios para la continuidad del proceso neoliberal inaugurado con los militares, profundizado por Menem y maquillado por la década kirchnerista.
ORGANIZARSE para LUCHAR, LUCHAR para RESISTIR.
La manera en que los de arriba  lleven adelante su programa, y la resistencia que encuentre por parte de los sectores oprimidos, definirá el próximo escenario de luchas sociales en el país. Por eso nosotros seguimos insistiendo en la necesidad de ir promoviendo organización en los distintos sectores de nuestra clase oprimida: en los barrios, las escuelas, las fábricas, los lugares de estudio, la lucha de los pueblos originarios, las luchas ambientales, la lucha antipatriarcal, etc., para ir construyendo desde ahí, desde abajo RESISTENCIA con el horizonte siempre puesto en una fuerza social autogestiva con capacidad de destruir esta sociedad de dominación, a la par de ir construyendo otra, en base a la autogestión a todos los niveles.

La Propuesta del Especifismo crece en el cono sur

En estos últimos años vimos con gran alegría el desarrollo organizativo y el surgimiento de organizaciones especifistas en la región del cono sur, en latinoamerica e incluso en otras partes del mundo. En este artículo queremos destacar dos acontecimientos de trascendencia para nuestra corriente del anarquismo como son los 20 años de la Federación Anarquista Gaucha (FAG), de Rio Grande do Sul (Brasil) y el surgimiento de una nueva federación en la región del nordeste de Brasil, la FARPA.
El anarquismo especifista, o simplemente “especifismo”, es una concepción de organización anarquista. Traído del Uruguay, el término “especifismo”, se refiere a los ejes fundamentales que marcan la actuación anarquista: la organización y la inserción social, basados en los conceptos clásicos del anarquismo, que son la actuación diferenciada en los niveles político y social, (concepto de Bakunin) y la organización específica anarquista (concepto de Malatesta). Los primeros en utilizar este término fueron los compañeros de la Federación Anarquista Uruguaya (FAU), retomando  una forma de organización que comenzó a desarrollarse en el siglo XIX y que fue perfeccionada durante el siglo XX. En su Declaración de Principios, la FAU relaciona el concepto de especifismo con el de anarquismo organizado:
“Nuestra crítica y nuestro proyecto no se agotan en el levantamiento, la protesta y la rebelión sino que maduran en un modelo de sociedad libertaria inconfundiblemente socialista, en una estrategia de ruptura revolucionaria y en un estilo militante combativo y de agitación permanente en dirección a las transformaciones sociales en gran escala. Este proyecto se canaliza a través de la organización revolucionaria específica y es por tanto, lucha organizada.”
20 Años de FAG

A continuación reproducimos la carta de invitación al acto por los 20 años de la FAG:
El 18 de noviembre de 1995 un pequeño grupo de jóvenes anarquistas reunidos junto con una delegación de la Federación Anarquista Uruguaya (FAU) fundan , en Puerto Alegre, la Federación Anarquista Gaucha (FAG) con la clara intención de retomar la presencia anarquista entre la clase trabajadora y oprimida del país. Desde el principio no se trató de un anarquismo de café, apasionado por sí mismo y perdidos en ensueños alejados del mundo de los de abajo.
Desde entonces, son 20 años de un continuo trabajo en busca por reafirmar un puesto de lucha entre los de abajo, promoviendo lucha y organización así como fomentando reflexiones para un mejor entendimiento del ambiente en el que nos encontramos, así como de nuestras referencias históricas y teóricas en una perspectiva de análisis que potencie nuestro objetivo finalista.
Estos 20 años, a su vez, no se resumen en una construcción de una referencia anarquista en una parte de Brasil, o Rio Grande do Sul, sino que dicen también respectos de un abnegado esfuerzo para difundir este anhelo por todo el país, así como por toda América Latina. Desde su fundación la FAG mantuvo estrechos vínculos con compañeros anarquistas en diversas partes del país, discutiendo y organizando experiencias en conjunto. Fuimos parte activa en la tentativa de forjar una organización anarquista nacional a finales de la década del 90`, cuando junto con compañeros de diversas partes del país (San Pablo, Rio de Janeiro, Parà, Goiânia, Mato Grosso) nos arriesgamos a la fundación de la Organización Socialista Libertaria (OSL) de corta existencia. Posteriormente, dada la imposibilidad de asumir aquella tarea y el poco desarrollo de nuestra corriente, animamos la experiencia del Foro del Anarquismo Organizado (FAO) en tanto espacio de reflexión e intercambio de experiencias de grupos y organizaciones anarquistas que tenían a la inserción social como su principal objetivo, en la que se dio un importante desarrollo destacando la participación de compañeros del nordeste del país. Recientemente esa experiencia gano más cuerpo, transformándose en una coordinación de grupos y organizaciones, la Coordinación Anarquista Brasilera (CAB), desarrollando así una mejor organicidad y coordinación en nuestras luchas y análisis, constituyéndose, por lo tanto, en un importante paso para una posible organización política anarquista a nivel nacional.
Son 20 años de trabajos continuos, de errores y aciertos pero siempre con un horizonte común: ubicar al anarquismo como una fuerza importante para el combate de los de abajo. Un importante periodo de acumulación de experiencias para el anarquismo en Rio Grande do Sul y en todo Brasil que ahora, pretendemos saludar con una jornada de reflexiones, intercambios y confraternizaciones con compañeros y compañeras a los cuales tenemos gran referencia y estima.
Entre los días 20 a 23 de noviembre la FAG de 2015 en conjunto con las demás organizaciones de la CAB, además de la FAU y la FAR estaremos organizando una serie de actividades en Puerto Alegre para marcar estos 20 años. Entre las actividades públicas y las internas que tendremos (Acto público, feria de libros, encuentro sindical y reunión de organizaciones) pretendemos hacer de este momento una oportunidad para estrechar lazos con organizaciones de las cuales sabemos que tienen trabajo de larga data. Pretendemos en esta oportunidad intercambiar impresiones, buscar puntos de contacto en nuestra práctica política y sobretodo, intentar vislumbrar cuales son las posibilidades de una mayor coordinación solidaria entre nosotros dentro de una perspectiva internacionalista, es decir, ir estrechando lazos políticos y de confianza palmo a palmo, respetando los tiempos y características de cada organización.

Fundación de la FARPA


A continuación reproducimos el documento fundacional de la FARPA:
La fundación de la Federación Anarquista de Palmares (FARPA) representa la acumulación de 13 años de militancia del Colectivo Anarquista Zumbì dos Palmares y 7 años del Colectivo Libertario Delmirense COLIDE. Representa historias, luchas, encuentros y desencuentros, entre aquellos y aquellas que buscan construir herramientas de lucha para los oprimidos. Representa un proceso en permanente construcción y que hoy gana nueva musculatura para enfrentar nuevos desafíos. Así como llegamos hasta aquí esta nueva etapa de la formación de la FARPA debe ser construida sin atropellos y desde las bases como enseña nuestra tradición política. Debe reconocer nuestras trayectorias políticas, experiencias y adversidades locales.

La FARPA no es solo una acumulación local. Nos reivindicamos como parte de una rica historia, como un simple nuevo capítulo de toda una línea histórica del anarquismo, de una historia que continúa siendo escrita en los combates de este tiempo. Somos una rama más de un árbol que comenzó a dar sus frutos con el desarrollo de la lucha de clases, desde las primeras resistencias obreras a los excesos del capital y sus estados.

Asi, tomamos la tradición federativa y libertaria de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT), y de la Alianza de la Democracia Socialista (ADS) como primer referente político para operar junto con los movimientos de masas. Somos parte de una militancia que se reconoce en la tradición de Louise Michel empuñando la bandera negra entre las/los combatientes de la comuna de Paris, las barricadas de España revolucionaria del 36, el galope del ejército popular “makhnovista” en plena revolución Rusa. Militancia que tomo parte de las luchas anti-coloniales de África y buena parte de los grandes eventos revolucionarios como por ejemplo el proceso mexicano. El combate contra las dictaduras cívico-militares de nuestro continente latinoamericano, en especial en Argentina y Uruguay. Afianza sus raíces en el terreno de la lucha de clases, como el impulso de los  movimientos sociales sindicales desde una perspectiva revolucionaria en todos los cinco continentes del globo. Somos parte sobre todo, del proceso de reconstrucción del anarquismo brasilero iniciado en los años 90`, asumiendo su compromiso histórico con las luchas de la clase trabajadora y que encuentra en la Coordinacion Anarquista Brasilera (CAB) un referente de nuestra articulación nacional.

El organismo político que ahora fundamos, con mayor alcance en el territorio de Alagoas, reivindica su puesto en la lucha de clases para contribuir a la ampliación de la fuerza social de los oprimidos a través de lucha de los movimientos populares, sindicales y estudiantiles. La FARPA se propone ser un motor para potenciar las luchas hacia el horizonte socialista y libertario que anhelamos. Un instrumento que de perspectiva a largo plazo para las luchas populares con intención revolucionaria, que permita contribuir para tejer la articulación y la unidad/solidaridad del conjunto de os oprimidos y estimular su protagonismo.

Tal tarea no se confunde con la construcción de leyendas y personalidades que apenas sirven para ganar votos, formar burócratas y traidores a la clase, sino para trasformar la realidad. Para nuestra estrategia finalista, que es socialista y libertaria, no hay “atajos” de parlamentos, Estado y burocracias. Para nosotros, la organización política no debe substituir la acción directa de los oprimidos, debiendo ubicarse hombro a hombro en la lucha de los movimientos sociales, sin que eso signifique renunciar a nuestras convicciones, sino para ser parte de ese proceso con sus virtudes y sus problemas.

Nuestra estrategia identifica a los trabajadores con el poder de transformación, sin romanticismos. Son los sujetos de nuestro tiempo los que construirán el mañana, por eso, e complejo de contradicciones y dilemas que involucran la construcción del poder de los de abajo no se resuelve con decretos y decisiones de arriba hacia abajo. Nuestro proyecto debe reconocer, lo mejor de la tradición anarquista, la diversidad de construcción social de los oprimidos en su relación con el capital, y con el estado, en su acceso a los derechos, en sus trayectorias y recursos de lucha, comprender esto es complejo, y ahí están nuestros obstáculos y posibilidades en un proyecto de construcción de poder popular. Debe reconocer que los oprimidos están estructuralmente marcados por el peso de una sociedad patriarcal, heteronormativa y racista. Por eso, asumimos la responsabilidad que nos cabe desde este suelo palmarino que pisamos.

FEDERALIZAR LAS LUCHAS, POTENCIALIZAR NUESTRAS FUERZAS!

RECONSTRUIR PALMARES!

POR EL SOCIALISMO, POR LA ANARQUIA!

VIVA LA FARPA!





El territorio como espacio de la lucha de clases.


Desde la Federación Anarquista de Rosario creemos que es importante impulsar el desarrollo de luchas territoriales, partiendo de la premisa de que el territorio es un espacio donde se consolidan las relaciones sociales y, por lo tanto, se da la lucha de clases. Así vemos que las relaciones que predominan son de dominación pero a su vez se van generando procesos de resistencia que se articulan en el territorio, es así entonces, un ámbito de disputa contra la dominación.
Creemos que como anarquistas tenemos la tarea de impulsar y fortalecer aquellas resistencias que se vienen llevando desde los barrios. Dentro de estas luchas existe un amplio abanico de prácticas, como ser: las tomas de tierras, la creación de cooperativas de trabajo, los clubes barriales, movimiento de lucha por la urbanización de las villas, movimientos que luchan por vivienda, las actividades comunitarias, las huertas, etc. Una de las formas de resistencia que se fue generado por parte de los/as oprimidos/as, en los territorios es la lucha piquetera. Esta modalidad de lucha presenta un repertorio de prácticas que tienen mucha afinidad con lo libertario, lo que se expresa en prácticas de democracia directa, como son las asambleas y los distintos espacios deliberativos que se generan de forma no jerárquica, la autogestión que se da en el desarrollo de emprendimientosproductivos, y sobre todo la acción directa siendo los cortes de calle y de ruta el mecanismo de lucha más habitual.  
A modo de diagnóstico en referencia a la lucha socio-territorial piquetera podemos decir que con el advenimiento del kirchnerismo,  se dio una política de cooptación y fragmentación de los movimientos a la par de que desde las esferas de poder se fue armando un discurso deslegitimante de la práctica piquetera. Así se configuraron rasgos que fueron debilitando la fuerza social que los movimientos piqueteros, tuvieron en el ciclo de alza de las luchas sociales en el país. Algunos de ellos son, el moldeamiento estatal como forma de dominación a través de los programas sociales, la creación de un imaginario social donde se deslegitima la práctica piquetera, y la creciente institucionalización de organizaciones que abandonaron paulatinamente la práctica de acción directa.
Sobre este último punto queremos hacer énfasis ya que asistimos a un masivo viraje de organizaciones sociales hacia la "vía" electoral.  Podemos plantear que esto encuentra su origen en la ausencia de una mirada a mediano plazo que fue generando un abismo entre lo social y lo político, entre lo micro y lo macro, entre las prácticas cotidianas de resistencia y la revolución social. Así, la otrora cuestionada institucionalidad tuvo una lavada de cara y reapareció como la forma de dar el “salto”, frente a los límites que presentaban las organizaciones piqueteras.
Pese a ello, como anarquistas seguimos apostando e impulsando el trabajo y fortalecimiento de  organizaciones socio-territoriales que pudieron, mediante la acción directa y la construcción de poder popular autogestivo, dar algunas disputas a lo largo del año.
Así, en el ámbito de Rosario y Gran Rosario su presencia fue visible en diferentes luchas:
Desde los barrios se evidenció la disputa por el territorio, en la recuperación de espacios públicos para el uso de huertas comunitarias con consignas como "la tierra es de quien la trabaja" y "menos bunkers, más huertas". Esta última consigna, hace alusión al enfrentamiento que llevan adelante las organizaciones territoriales contra sectores del narcotráfico. En este sentido se dieron a lo largo del año expresiones de solidaridad con organizaciones sociales que sufrieron atentados narcos. También se derribaron “bunkers” en las barriadas más pobres de nuestra ciudad como muestra del rechazo de éstas y como estrategia de resistencia autogestiva de los mismos interesados.
Además existe toda una serie de actividades comunitarias que se sostienen durante todo el año, en distintos barrios de la ciudad, como son los espacios educativos libertarios y las copas de leche, así como se pudieron ver en diferentes barrios festejos por el día del niño y de la niña, organizados autogestivamente por los/as vecinos/as. Estas actividades visibilizan la resistencia en los barrios y el poder de los vecinos y vecinas de organizarse sin la necesidad de punteros, partidos políticos, representantes del estado o de otro tipo de instituciones reproductoras de la dominación.
Por otra parte, desde diferentes construcciones territoriales se fueron consolidando mecanismos de solidaridad en casos de gatillo fácil o desaparición forzada de personas por parte del aparato represivo del estado, como fue el caso de gran resonancia en la ciudad de Rosario de Gerardo "Pichón" Escobar. Fruto de la movilización y la lucha, al día siguiente apresaron a 5 presuntos implicados en la desaparición y asesinato de éste, quienes pertenecían a la policía y a una empresa privada de seguridad.
Desde los barrios, también se reclamaron mejoras de las condiciones infraestructurales de los mismos, ya sea por inundaciones o por cortes de servicios como luz y agua. Estos reclamos  se manifestaron en diferentes formas de acción directa como son: cortes en el mismo barrio, movilizaciones a empresas de servicios o instituciones estatales.
También hubo una fuerte presencia y un protagonismo de organizaciones sociales en  la masiva movilización realizada el 03 de junio en todo el país, ante el creciente número de femicidios. Con canciones e intervenciones artísticas, las mujeres plantaron la consigna de “NI UNA MENOS” NI POR FEMICIDIOS NI POR ABORTOS CLANDESTINOS, pudiendo evidenciar otras formas de violencia machista que dejan un saldo enorme de mujeres muertas año a año. La movida del 03 de junio empoderó a muchas, permitiéndoles identificar sus situaciones particulares como expresiones de una sistema de dominación patriarcal y se reflejó en lo concreto en un aumento de las denuncias por violencia, una mayor visibilización de la lucha por femicidios y una masiva participación en el Encuentro Nacional de Mujeres en Mar de Plata donde llegaron a reunirse 65000 personas.
Es por eso que seguimos apostando a nuestra estrategia de construir en los territorios poder popular autogestivo, construcción que solamente será posible a través de la  potenciación de las resistencias que se den en los barrios. Esto implica un trabajo de base constante, sostenido en el tiempo, con orientación a generar organizaciones en las cuales los mismos involucrados potencien su participación reapropiándose de la capacidad de  decidir y hacer. Entendemos que de esta manera, se podrán ir gestando prácticas que prefiguren otra sociedad, una sociedad libertaria.

Propuesta Sindical: recuperar la influencia del anarquismo desarrollando un estilo propio

¿Cómo nos encontramos?

El contexto organizativo y de resistencia de nuestro sector como trabajadores y trabajadoras, no es para nada alentador a la hora de pensar la herramienta organizativa sindical que tenemos en esta coyuntura. En este sentido, debemos resaltar factores estructurales y coyunturales para analizar la adversidad en la que nos encontramos, no sin advertir alternativas a esta situación.

La actualidad encuentra a casi la totalidad del sindicalismo en Argentina institucionalizado a través de mecanismos de regulación estatal y una estrecha colaboración entre las burocracias obreras, los sectores patronales y la clase política en su conjunto. La actual estructura de unicato sindical, genuflexo ante las clases dominantes, solo ha reflejado un esquema organizativo verticalista y servil en donde los derechos y reivindicaciones obreras son por lo general relegados ante los negociados de los “jefes” sindicales en función de sus propios intereses como burocracia. La política que se dieron todos los gobiernos hasta la fecha –incluyendo el kirchnerismo– fue la de mantener un sistema de representación sindical único adicto a la clase política de turno, poniendo tope a cualquier reclamo de democracia y libertad sindical, a fines de impedir la proliferación organizativa de sectores combativos del movimiento obrero desde la base.

Otro factor que expresa la complicada situación de la lucha sindical en Argentina es la segmentación producida durante la última década, expresada en la existencia de 5 centrales sindicales y un importante número de gremios fuera de la representación de las mismas. La promesa incumplida del kirchnerismo de viabilizar la libertad sindical dejó a los/as trabajadores/as rehenes de viejas estructuras sindicales anquilosadas, y a merced de las pretensiones de la patronal y el Estado. Sólo algunos gremios y fracciones sindicales combativas lograron salirse del corsét conciliador. Como el caso de la reciente huelga de la Federación de Aceiteros en el cordón industrial de San Lorenzo o el resonante paro de la línea 60 de transporte urbano en el gran Buenos Aires, por poner algunos ejemplos. Esto sin dudas muestra que los trabajadores hemos venido tejiendo estrategias de resistencia básicas contra la precarización laboral, la falta de libertades sindicales y en pos de la recuperación del poder adquisitivo vapuleado por la insoslayable inflación.



¿Qué estrategias podemos darnos para la etapa?

Desde hace décadas la influencia del anarquismo en el movimiento obrero viene siendo prácticamente nula. Aquella importante influencia libertaria en las primeras formaciones sindicales de principios del siglo XX se vio en franco declive hacia la década del 40´ quizás por desacierto en los análisis de las necesidades que demandaba la nueva coyuntura, entre otras causas.

Hoy en día nos toca la difícil labor de aportar a la recomposición de la influencia anarquista al interior de las luchas obreras y el medio organizativo gremial, marcando un estilo propio de respuesta y acción organizada acorde a la coyuntura, cimentado en métodos y principios propios de una estrategia libertaria coherente con nuestros fines.

Es posible que en los lugares de trabajo haya anarquistas que no depositen esperanzas en organizarse como trabajadores y a su vez trabajadores afines a nuestra metodología que no conozcan el anarquismo. En muchos rubros o sectores de la producción, servicios o del empleo público existen compañeros/as “sueltos/as” identificados con el anarquismo y con sus principios. También existen compañeros/as en el trabajo que sin conocer al anarquismo se identifican cabalmente con la idea de búsqueda de democracia directa, con el principio de independencia de los gobiernos, las patronales y partidos políticos, y comprometidos con las luchas sociales de la clase oprimida en su conjunto. Es una de las prioridades del momento convocar a todos/as estos/as compañeros/as para darle forma a mayores niveles de lucha y organización sindical. Como objetivo en sí mismo, priorizando el trabajo de base en todo momento, para lo cual se hace indispensable la cotidianeidad con nuestros compañeros/as de clase.

Para esto, y ante la desidia sindical de depender exclusivamente de las estructuras y los cargos, proponemos la construcción de organismos de base en el sector laboral donde estemos trabajando. Facilitar la realización periódica de asambleas de base y reuniones de cada sector habilita  –a través de la democracia directa- una alternativa viable de protagonismo y participación frente al estancamiento individual que hoy vivimos.

Como viene sucediendo en todos lados donde hay ajuste, a través de la acción directa para conseguir cada reivindicación, se estará fomentando el espíritu de lucha para que cristalice la idea que solo con lucha y organización se consiguen las reivindicaciones. En definitiva estaremos colaborando en generar una capacidad de acción, decisión y protagonismo del conjunto de los trabajadores, contagiando a cada compañero/a de la necesidad de estar organizados.

Otro desafío es la No institucionalización de nuestra tarea militante en los lugares de trabajo y el medio sindical, lo que supone resistir la dinámica absorbente de la burocracia institucional de los sindicatos, que “obliga” a los delegados de base y a los miembros de las comisiones directivas a ausentarse de sus compañeros y lugares de trabajo en pos de una profesionalización de la tarea sindical. Nuestra estrategia está lejos de apuntar a la ocupación de cargos directivos. En todo caso, el momento que nos toque asumir cargos directivos será por necesidad de la propia organización y protagonismo desde abajo, que rebasará cualquier tipo de estructura sindical.

Será una tarea para más adelante quizás la de comenzar a constituir agrupaciones de base o tendencias con nuestros principios –dentro de un proceso de recuperación de sindicatos que puedan ser permeables a esta tarea- en cada rama de la industria, los servicios o el sector público donde los anarquistas estemos dando pelea organizada y hayamos avanzado en la recomposición de un frente con el resto de la clase oprimida, con los sectores desocupados, campesinos y estudiantiles entre otros. Por el momento los anarquistas tenemos el desafío de apuntar a la realización de un trabajo de base sostenido en el tiempo a paso firme, que no será quizás espectacular sino un trabajo cotidiano a largo plazo en pos de la construcción de una fuerza social capaz de enfrentar a las clases dominantes.













En Kurdistán Occidental hay una Revolución Social en marcha

Desde hace cuatro años se viene llevando a cabo en una de las zonas más álgidas de Medio Oriente un proceso revolucionario sin precedentes para la región, y para el mundo entero en este siglo XXI. No por casualidad, este proceso ha sido silenciado sistemáticamente por los principales medios de comunicación en todo el mundo. La Región Autónoma de Rojavá, proyecto impulsado inicialmente por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) entre otras fuerzas de la región, fue formalizada en 2011 a través de un "contrato social" de bases anti-estatales, anticapitalistas y anti-patriarcales. Pero para explicar la aparición de este inédito proceso revolucionario es necesario señalar la confluencia de factores históricos y coyunturales que posibilitaron el mismo.
Uno de ellos es la situación de persecución y exterminio sistemático que ha sufrido el pueblo kurdo a lo largo de la historia en la región. Ante la debilidad institucional de los Estados de la zona, en la última década (en el marco de las intervenciones imperialistas y la Primavera Árabe) el pueblo kurdo se ha empeñado en sacar provecho de la situación de ausencia de un poder central anticipándose  al advenimiento de un contexto nuevamente desventajoso. En este sentido la urgencia también devino a raíz del avance hacia zonas kurdas de sectores sunitas reaccionarios como los nucleados en el Estado Islámico. Una hegemonía total del Daesh -como también se lo conoce al Estado Islámico- en la región supone la inmediata continuidad del genocidio kurdo a manos de estos sectores integristas.
Por otro lado, factores ideológico-políticos han determinado el impulso de este proceso de transformación social tan particular, en tiempos en que la mayoría de “la izquierda” mundial ha resignado la revolución a cambio de tomar posesión de espacios institucionales regulados por el sistema de dominación capitalista. Este punto se corresponde con el carácter amplio y profundo desde donde es pensada e implementada esta revolución. Hace más de una década que el PKK, principal organización política del pueblo kurdo, estableció un viraje de ciento ochenta grados en su estrategia revolucionaria. Influidos principalmente por la teoría anarquista del “municipalismo libertario” de Murray Bookchin, y por la vigencia en aquel momento -2004- de una década de insurgencia zapatista en Chiapas, las fuerzas revolucionarias kurdas decidieron abandonar los postulados marxistas-leninistas para dar un giro estratégico a lo que se comenzó a denominar como “Confederalismo Democrático”. Fue en aquel momento que el PKK declara unilateralmente un alto al fuego al Estado turco para comenzar a concentrar sus esfuerzos en el desarrollo de estructuras democráticas revolucionarias en territorios controlados por la guerrilla kurda en zonas de Siria e Irak principalmente.
Con el estallido de la revolución de Rojavá en 2011, en el marco de la Primavera Árabe y el inicio de la Guerra Civil en Siria, comenzaron a instituirse en la región formas administrativas autónomas bajo el principio de la democracia directa -denominada democracia radical- como proceso tendiente a una disolución gradual del Estado-nación. En este marco, bajo un importante protagonismo de las diferentes etnias y comunidades de la región (árabes, kurdos, asirios, entre otros), se establecieron libertades religiosas y autonomías culturales para todos los habitantes de Rojavá. Son numerosos los analistas del proceso que afirman que aunque subsistan en el mismo algunas instituciones burocráticas que se asemejan al Estado, se vienen forjando espacios de democracia directa al calor del levantamiento con la participación de todos los grupos étnicos y religiosos (salvo algunas excepciones como el islamismo más reaccionario). El modelo de “municipalismo libre tiene como objetivo realizar de abajo a arriba un órgano administrativo participativo, del nivel local al provincial".[2] Uno de estos nuevos espacios de auto-administración es el Movimiento de la Sociedad Democrática (TEV-DEM) que establece un sistema federal organizativo de abajo hacia arriba como herramienta organizativa de la propia sociedad. Las milicias populares conformadas previas al proceso revolucionario representan en esta coyuntura una especie de garantía para el funcionamiento estratégico del mismo.
En el plano geopolítico, el proyecto del Confederalismo Democrático intenta llevar a cabo un proceso de “unidad equitativa y voluntaria” de los pueblos de la región a fines de establecer “una paz estable en el Medio Oriente” como alternativa al enfrentamiento histórico en la zona.[3] Este concepto de adhesión voluntaria de los pueblos de Medio Oriente a un proceso de integración de la región evidencia quizás las influencias bakuninianas en el pensamiento de Bookchin, que aportó en el inicio del giro ideológico del PKK.
En el marco de esta peculiar revolución también se viene generando un sistema de producción cooperativo entre los pueblos de la región denominado como “economía comunal”. Desde el inicio del levantamiento armado se viene impulsando la socialización de territorios pertenecientes a los latifundistas que huyeron de la revolución, así como también propiedades del régimen baathista y de las Fuerzas Armadas del Estado. Las diferentes expropiaciones se han ido distribuyendo entre las nuevas cooperativas obreras como forma de empoderar las unidades de gestión y producción del proceso revolucionario. Probablemente, rescatando también las  experiencias remotas de organización comunal entre la población rural de la región, que distintas investigaciones han abordado. Otro de los principios fundamentales del Confederalismo Democrático tiene que ver con la implementación del concepto de ecologismo social, heredado directamente de la teoría de Bookchin y su compañera Janet Biehl. Partiendo de que el sistema de dominación capitalista genera inexorablemente una devastación del medio ambiente, una nueva visión ecológica enmarcada en una revolución social se tornó fundamental en el proceso kurdo, tendiente a resguardar la biodiversidad y el medio natural.
Pero además de la marcada orientación anti-estatista y anti-capitalista en los postulados ideológicos de esta estrategia revolucionaria, uno de los ejes de mayor importancia que fueron trabajando las fuerzas kurdas es el lugar de la mujer en la construcción de una sociedad libre e igualitaria. El histórico sometimiento de la mujer empujó a las militantes del PKK a plantear la cuestión de la igualdad de género como una de las bases innegociables de una revolución social en marcha. Esta apuesta se expresó cabalmente no sólo en la conformación de las YPJ (Unidades Femeninas de Protección) sino también en la necesaria delegación de las responsabilidades administrativas, donde se busca una distribución equitativa entre ambos géneros, lo que sin dudas da la pauta del verdadero protagonismo femenino en la revolución.
Existen numerosos desafíos que se presentan a medida que avanza y se extiende el proyecto insurgente kurdo. Uno de ellos tiene que ver con el intento desde las fuerzas revolucionarias de encontrar soluciones en el plano político y económico pero también  jurídico para el funcionamiento del modelo de autonomía democrática que se intenta llevar a cabo. Además, se suma la necesidad de reconocimiento de los actores de la región a la auto-administración del territorio llevado a cabo por las mismas. Un conflicto prolongado con todos los sectores dominantes apostados en la zona[4] -interesados en el control de Medio Oriente- no ofrece un panorama alentador para el sostenimiento del proceso. Más aun cuando se evidencian intenciones de intervención imperialista por parte de Rusia y Estados Unidos, quienes utilizan la zona como teatro de operaciones para dirimir las disputas por el control hegemónico de la misma. A esto debemos sumarle el embargo y los constantes atentados y bombardeos que el Estado turco ejerce sobre la región para intentar asfixiar a las fuerzas kurdas.
Sin embargo, esta avanzada promovió hace unos meses el alzamiento de algunas regiones de Turquía con la clara intención de sumar fuerzas y territorios al proyecto confederalista. Ejemplos de ello se están dando en las provincias de Hakkari y Sirnak en donde no solo "...hay asambleas en casi todas partes [sino que] hay dos autoridades paralelas [el KCK y el Estado], de los cuales la estructura confederal democrática es más poderosa en la práctica".[5]
Otro gran desafío es de índole interno y tiene que ver con la dificultad de levantar una sociedad igualitaria, democrática y federal impulsada por una militancia que en menos de una década tuvo que ayudar a construir antagónicas formas organizativas al marxismo-leninismo. El lastre verticalista de aquellas propuestas de organización social sin dudas supone un esfuerzo para deshacerse de éste a la hora de generar nuevas estructuras de poder autogestivo.
En definitiva, los diferentes retos que se irán presentando en Rojavá y la región, deberán no sólo ser resueltos por la propia experiencia que vayan haciendo las comunidades locales sino que necesariamente deberán tener el acompañamiento de las organizaciones solidarias de todo el mundo, en búsqueda de la trascendencia de una inédita revolución social anti-estatista, anti-capitalista y anti-patriarcal que vaya más allá de Kurdistán.

ARRIBA LOS QUE LUCHAN: un grito de esperanza y convicción


No es ninguna novedad que los que lucharon siempre fueron reprimidos en cada rincón de la tierra. Uruguay no fue la excepción. En el año 68, la Federación Anarquista Uruguaya (FAU) todavía no estaba ilegalizada pero las condiciones para ello se estaban generando y, como han acostumbrado los anarquistas ante cada embate de los de arriba, la resistencia no se hizo esperar. OPR33 (Organización Popular Revolucionaria 33 orientales, brazo armado de la FAU) fue una respuesta, y una expresión de una concepción del anarquismo que pregona la acción directa a todos los niveles. Era una labor de la OPR33 trabajar, en esos difíciles momentos, en financiar la organización mediante la expropiación, el secuestro de dirigentes políticos y empresarios.
Para entonces, la FAU había tenido un crecimiento importante. Inserción en el movimiento obrero y entre los estudiantes. Se venía militando fuerte la formación de la CNT (Convención Nacional de los Trabajadores). Compañeros como Gerardo Gatti y León Duarte participaban en la Mesa Representativa de la Convención Obrera. También en el medio estudiantil se tenía cierta influencia.
La presencia de la FAU en la calle era notoria, la propaganda crecía y las finanzas no alcanzaban. Los proyectos eran muchos, entre ellos el lanzamiento de la ROE (Resistencia Obrero Estudiantil).
El punto de encuentro para la primera reunión fue una de las casas que la organización buscaba para realizar sus actividades en clandestinidad. Según palabras del compañero Juan Carlos Mechoso “ya se venían realizando tareas afines, pero ahora se daba un salto al comenzar con los bancos”. Ardua fue la tarea de los compañeros: vigilancia, pensar y repensar la estrategia hasta tener el plan de acción definido. Tan bien resultó el operativo que los compañeros se llevaron hasta un paquete lleno de billetes rotos esperando para ser sacados de circulación. Cuidadosamente pegados, sirvieron también para sostener la actividad de la organización durante un tiempo.
A pesar del éxito, no se marchaba sin sobresaltos. A poco de alcanzar el punto de trasbordo, el vehículo se detiene sin motivo. Quedan varados con las armas, el dinero y rápidamente se separan. Entre idas y vueltas, logran conseguir una camioneta que los ayudaría a culminar una exitosa expropiación. Era hora de mucho tránsito y sumado a los nervios, a cada frenada había que mirar atrás para asegurarse de que el botín siguiera en su lugar, sumado a que el compañero conductor lanzará un grito en cada una de ellas: “arriba los que luchan!”
Fue, no un insulto de conductor apresurado, sino una afirmación política en pleno escape, lo que se convertiría en una frase de cabecera para la FAU y futuras organizaciones.
Era el día siguiente a la operación cuando entre compañeros se contaban detalles de la huida. El grito eufórico del conductor no fue la excepción. Y de grito, de afirmación política en plena fuga, la frase pasó a una servilleta, de allí un compañero hábil para la propaganda lo transformaría en un grito de la organización que décadas más tarde sigue sonando y se expande por el continente.
No muchas veces una frase tiene tanto significado, tanto pasado y futuro a la vez.

Esta es la historia por la cual, el compañero Mechoso, recuerda esta acción como la del banco “arriba los que luchan!” y por la que nosotras/os, hoy y para siempre, desde otro lugar y otro momento, acompañamos y también alzamos este grito eufórico, como canto, como llamado a todos los/as oprimidos/as a continuar la labor de las/os compañeras/os que supieron vivir su militancia con coherencia, para recordar a los muchos/as caídos/as, para envalentonarnos en el presente y para seguir construyendo un futuro libertario con responsabilidad. Es cuando la tarea militante se torna tan ardua, cuando los objetivos se ven lejanos y el presente gris, cuando necesitamos con nuestra voz rebelar lo que sentimos: que los que luchan se levanten, que no estén caídos, que si se reivindica a alguien en la sociedad, ese alguien sean los luchadores y no más los tiranos.


Desde Rosario, Argentina, seguimos gritando ARRIBA LOS QUE LUCHAN!



[1] “Aportes para un análisis de la etapa histórica actual”, documento de análisis aprobado en el 1ª congreso de la FAR.

[2] Jongerden, Joost y Akkaya, Ahmet Hamdi, "Democratic Confederalism as a Kurdish Spring: the PKK and the quest for radical democracy", Mazda Publishers; 2013.

[3] Öcalan, Abdullah, "Declaration of Democratic Confederalism in Kurdistan"; 20/03/2005. También en Nilüfer, Koç, “Menschensind in der Lage, ihre Organisierungselbstzuschaffen”; Kurdistan Report nº133; Septiembre/Octubre 2007.

[4] Esto incluiría no solo al ISIS y al Estado Sirio, sino también las potencias regionales como Irán, Arabia Saudita y Turquía, coaliciones intervencionistas como la OTAN, y desde ya a EEUU y Rusia como potencias imperialistas con una fuerte presencia en la región.

[5] Taylor, Rafael, "El nuevo PKK: desatando una revolución social en el Kurdistán"; Roar Magazine, 17 de Agosto 2014, traducido por Alasbarricadas.com.